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sábado, 9 de abril de 2016
Efectos adversos de los inhibidores de la bomba de protones: revisión de evidencias y posicionamiento de la Sociedad Española de Patología Digestiva
Introducción:
en los últimos años, numerosos artículos relacionan el uso de los
inhibidores de la bomba de protones (IBP) con posibles efectos adversos
serios que han creado cierta alarma social.
Objetivo: el objetivo de este trabajo es revisar la literatura de cara a
elaborar un documento institucional de posicionamiento de la Sociedad
Española de Patología Digestiva (SEPD) sobre la seguridad de los IBP a
largo plazo.
Material y métodos: se ha realizado una revisión exhaustiva de la
literatura orientada a la presentación de conclusiones tras una
valoración crítica sobre los siguientes temas: a) indicaciones actuales
de los IBP; b) déficit de vitamina B12 y alteraciones neurológicas; c)
déficit de magnesio; d) fracturas óseas; e) infecciones entéricas y
neumonías; f) interacción con los derivados de las tienopiridinas; y e)
complicaciones en pacientes cirróticos.
Resultados: las indicaciones actuales de los IBP no han variado en los
últimos años y están bien establecidas. No se recomienda la realización
de un cribado generalizado de los niveles de vitamina B12 en todos los
pacientes tratados de forma crónica con estos medicamentos; sin embargo,
sí parece necesario controlar los niveles de magnesio al inicio del
tratamiento y monitorizarlos en pacientes con toma de otros fármacos que
puedan inducir hipomagnesemia. Existe mayor riesgo de fracturas óseas,
aunque no se puede concluir que esta asociación sea causal. La
asociación IBP e infección por Clostridium difficile es débil o moderada
y el riesgo de neumonía es bajo. En pacientes con riesgo cardiovascular
y tratados con derivados de las tienopiridinas -dada la ausencia de
evidencias definitivas en relación a posibles interacciones
medicamentosas- parece que lo prudente sea sopesar adecuadamente los
riesgos gastrointestinales y los riesgos cardiovasculares de cada
paciente; cuando el riesgo gastrointestinal sea moderado/alto, debemos
ejercer una acción terapéutica de prevención efectiva utilizando un IBP.
En cirróticos descompensados deben ser indicados con cautela.
Conclusiones: los IBP son fármacos seguros y los beneficios de su
empleo, tanto a corto como a largo plazo superan los posibles efectos
secundarios, siempre que la indicación, dosis y duración sean las
adecuadas.
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