Los
medicamentos biológicos se obtienen a partir de material biológico,
como tejidos o fluidos animales o humanos, p. ej. heparinas,
hemoderivados, o a partir de microorganismos, p. ej. vacunas. Por
otra parte, los medicamentos biotecnológicos se obtienen empleando
técnicas de ingeniería genética. La utilización de ambos tipos de medicamentos
ha ido creciendo con los años. Si bien presentan un perfil de
eficacia y de seguridad aceptable, su inconveniente principal es su
elevado precio que es debido a muchos y complejos factores (el
proceso de producción y su control constituyen sólo una pequeña
parte del mismo), pero al igual que ocurrió con los medicamentos genéricos,
la legislación sobre medicamentos biosimilares tiene el mismo
objetivo, tratar de reducir el coste de los tratamientos basados en
medicamentos biológicos/ biotecnológicos introduciendo
competitividad en el mercado.
Una
vez que concluye el periodo de protección de la patente de un
medicamento biológico/biotecnológico es posible el desarrollo de un
medicamento biosimilar a éste.
Un
medicamento biosimilar es un medicamento biológico que contiene una
versión de la sustancia activa del medicamento biológico original
(denominado medicamento de referencia), previamente autorizado en el
Espacio Económico Europeo. El principio activo del biosimilar y el
del medicamento de referencia debe ser el mismo, en
términos
moleculares y biológicos, p. ej. si la sustancia activa es una
proteína, se espera que la secuencia de aminoácidos sea la misma.http://www.osakidetza.euskadi.eus/contenidos/informacion/boletines_farmaco/eu_1237/adjuntos/boletin_farmacovigilancia_41.pdf
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