La artritis reumatoide (AR) sigue considerándose una enfermedad crónica e
incurable, pero a la luz de los progresos más recientes, este paradigma
puede cambiar en las próximas décadas. Como reumatólogos, hemos tenido
el privilegio de vivir activamente el avance del conocimiento
etiopatogénico de la AR que ha desembocado en un profundo cambio en el
tratamiento de esta enfermedad. La disponibilidad de fármacos con nuevos
mecanismos de acción, el desarrollo de estrategias que mejoran los
desenlaces y el uso eficiente de todos los fármacos han transformado no
solo la historia natural de la enfermedad, sino también la actitud y
relevancia de la Reumatología.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025775315003528?np=y
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