Fundamentos: Las nuevas
recomendaciones respecto a la utilización de estatinas potentes y/o
dosis altas (terapia intensiva) para el tratamiento de la enfermedad
cardiovascular se han basado en la extrapolación de los resultados de
los ensayos clínicos. El objetivo fue describir el perfil
clínico-epidemiológico de los pacientes que inician tratamiento con
estatinas para la prevención secundaria en España y estudiar qué
factores determinan la utilización de estatinas en terapia intensiva.
Métodos: Estudio transversal a partir de 88.751 pacientes
≥45 años con enfermedad cardiovascular que iniciaron tratamiento con
estatinas (enero 2007-diciembre 2011). Los tratamientos con dosis
superiores a 40 mg/día de simvastatina (o estatina equipotente) se
consideraron terapia intensiva. Se construyeron modelos de regresión
logística multivariante con el fin de examinar la asociación de las
variables relacionadas con la prescripción de terapia intensiva respecto
al uso de la terapia moderada.
Resultados: Se identificó a
16.857 personas adultas que iniciaron tratamiento con estatinas para la
prevención secundaria. Los factores predictores para el inicio de
terapia intensiva fueron el año de prescripción, sexo masculino (odds
ratio ajustada: 1,70; IC95%: 1,44-2,00), edad >75 años (1,39;
1,15-1,69), historia previa de enfermedad isquémica coronaria (1,71;
1,44-2,04), accidente isquémico transitorio de cualquier localización
(1,24; 0,97-1,59), tabaquismo (1,62; 1,34-1,95), hipertensión (1,41;
1,20-1,65) y tratamiento reciente con fibratos (2,32; 1,27-4,26).
Conclusiones:
La utilización de terapia intensiva con estatinas está determinada por
el tipo de evento vascular previo y con la edad (>75 años, en los que
el balance beneficio-riesgo podría ser discutible). No se encuentran
diferencias estadísticamente significativas en función del c-LDL.
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272015000200005&lng=es&nrm=iso&tlng=es
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