El pasado mes de Noviembre se ha publicado un interesante artículo en la revista JAMA
que viene a redundar en el controvertido tema de si se obtienen mejores
resultados con el soporte vital básico o avanzado en la parada
extrahospitalaria.
El artículo se titula ” Outcomes After Out-of-Hospital Cardiac Arrest Treated by Basic vs Advance Life Support”.
El objetivo del estudio fue comparar el efecto del
soporte vital básico (SVB) y el soporte vital avanzado (SVA) en la
parada cardiorrespiratoria (PCR) extrahospitalaria.
Se trata de un estudio observacional de cohortes de una muestra
representativa de beneficiarios de Medicare de ciudades (no zonas
rurales) que sufrieron una parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria
entre el 1 de Enero de 2009 y el 2 de Octubre de 2011 y se basa en datos
de facturación en función de que fueran atendidos por ambulancias de
SVB o de SVA.
Se realizaron medidas de supervivencia del paciente a los 30 y 90
días tras el alta , rendimiento neurológico y gastos médicos tras la
PCR.
Los principales resultados fueron: la supervivencia
al alta hospitalaria fue mayor entre los pacientes que recibieron SVB
(13.1% vs 9.2 %) así como la supervivencia a los 90 días (8.0% vs 5.4
%). El SVB se asoció con un mejor funcionamiento neurológico en los
pacientes hospitalizados (21.8 % vs 44.8% con peor funcionamiento
neurológico para el SVA). El incremento del gasto médico por la
supervivencia adicional al año comparando el SVB frente al SVA fué de
154.333 $.
Los autores concluyen que los pacientes que sufrieron una PCR
extrahospitalaria y recibieron SVB tuvieron mayor supervivencia al alta
hospitalaria y a los 90 días comparados con aquellos que recibieron SVA y
tuvieron menor probablilidad de sufrir peor funcionamiento neurológico.
Aunque el funcionamiento de los servicios de emergencias en Estados
Unidos no es comparable al que tenemos en nuestro entorno ( en USA la
emergencia se basa en paramédicos entrenados mientras que aquí se basan
en personal sanitario) este artículo sigue poniendo de manifiesto que en
la actualidad no hay evidencias sólidas de que ciertas medidas del
soporte vital avanzado (intubación orotraqueal, uso de fármacos)
aumenten la supervivencia o reduzcan las secuelas neurológicas en la
parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria.
Por tanto, es fundamental seguir insistiendo en la importancia de la
enseñanza de las maniobras de RCP a la población general que puedan
implementarlas lo antes posible, insistiendo en las compresiones
torácicas de alta calidad y en la desfibrilación automática precoz.
Si quieres acceder al resumen del artículo, pincha aquí.
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