El trabajo con la ciudadanía y el resto de los actores implicados en la
comunidad es necesario para mejorar las condiciones de vida de aquella
y, por lo tanto, su salud. Los profesionales debemos servir de guías y
acompañantes de la protagonista, la comunidad, en el camino hacia el más
alto nivel de participación y decisión sobre los determinantes de su
salud.
Este trabajo no lo podemos realizar solos, pero no lo estamos. Contamos
con experiencias previas realizadas en el mismo territorio (quizá sin
el sector sanitario) y en otros con similares problemáticas que nos
pueden servir de referencia.
Es conveniente reflexionar, conocer nuestra comunidad (y darnos a
conocer), sumarnos a las iniciativas ya emprendidas y, si no, proponer
un trabajo comunitario desde el centro de salud, pero sin ser el centro
de este, pues ese es el lugar de la comunidad.
http://joven.amf-semfyc.com/web/article_ver.php?id=218
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