viernes, 27 de febrero de 2015

SIETES. org. Trastornos del control d impulsos (ludopatía, hipersexualidad, compra compulsiva) y agonistas dopaminérgicos.

JAMA Internal Medicine (JAMA Intern Med)
diciembre 2014
Volumen 174 nº 12 página(s) 1930-3
En estudios de series de casos y en estudios retrospectivos se han identificado trastornos graves del control de los impulsos con juego patológico, hipersexualidad y realización de compras compulsivas, asociados al uso de agonistas dopaminérgicos. Estos fármacos son utilizados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, el síndrome de piernas inquietas y la hiperprolactinemia. El objetivo del presente estudio fue analizar notificaciones de efectos indeseados graves de este tipo recibidas por la FDA, relativas a 6 fármacos agonistas dopaminérgicos: pramipexol, ropinirol, cabergolina, bromocriptina, rotigotina y apomorfina.MÉTODOS: Se realizó un análisis de desproporciones de notificación, basado en los 2,7 millones de notificaciones procedentes de EEUU y de otros países recibidas entre 2003 y 2012, extraídas de la base de datos de notificación espontánea de la FDA. Los casos fueron seleccionados si contenían alguno de los 10 términos diagnósticos preferidos del Diccionario MedDRA. Se comparó la proporción de notificaciones de los diagnósticos de interés con la totalidad de las notificaciones relativas a cada fármaco (PRR).RESULTADOS: Se identificaron 1.580 acontecimientos que indicaban trastorno del control de los impulsos procedentes de EEUU y de otros 21 países: 710 mencionaban algún fármaco agonista dopaminérgico y 870 mencionaban otros fármacos. Ludopatía (628), hipersexualidad (465) y la compulsión por las compras (202) fueron los más frecuentes. También se observaron otros acontecimientos, aunque en menor proporción, como dromomanía (obsesión patológica por trasladarse de un lugar a otro), cleptomanía, inclinación excesiva por las fantasías sexuales y trastornos alimentarios. En total, 710 fueron atribuidos a fármacos agonistas de la dopamina y el resto (870) a otros tipos de fármacos.Los agonistas dopaminérgicos mostraron una fuerte señal de asociación a estos trastornos del control de los impulsos (n=710; PRR=277,56; p<0,001).La asociación fue especialmente sólida con pramipexol (n=410; PRR=455,9; p<0,001) y ropinirol (n=188; PRR=152,5; p<0,001), que tienen afinidad preferente por el receptor dopaminérgico D3. También se registró señal con aripiprazol, un antipsicótico clasificado como agonista parcial del receptor D3 (n=37; PRR=8,6; p<0,001).CONCLUSIONES Y RELEVANCIA: Estos resultados confirman y amplían las pruebas de que los fármacos agonistas dopaminérgicos se asocian a estos trastornos específicos del control de los impulsos. En la actualidad los envases de estos medicamentos agonistas dopaminérgicos aprobados por la FDA no contienen una advertencia de este riesgo que conste en la información para su prescripción. Los resultados de este estudio, unidos a los de estudios anteriores, demuestran que es necesario advertir más claramente de este riesgo.“Estos comportamientos pueden afectar enormemente al trabajo de los afectados, a su vida de pareja y a la economía familiar”, advierten los autores del estudio. Sin embargo, estiman que “alrededor de un 50% no transmite su situación a su médico, e incluso cuando se les pregunta, minimizan el problema”, señalan los autores

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