Entre los dilemas suscitados, es importante reseñar la denuncia de los conflictos interés,
efectuada por la Federación de Asociaciones para la defensa de la
Sanidad Pública, por la que se hace constar que todos los miembros de
la Comisión de Expertos, encomendada por el Ministerio para asesorar la
política y los protocolos de actuación, tienen conflictos de interés
financieros con la Industria Farmacéutica y, en particular, con Gilead,
el laboratorio que ha patentado Sofosbuvir. Los vínculos financieros no
son precisamente un asunto menor porque ponen en cuestión la
imparcialidad y la independencia de las decisiones de la Comisión, como
pudiera ser, por ejemplo, la solicitud de una licencia obligatoria,
contraria a los intereses de Gilead.
En
todo caso, si existen relaciones financieras dentro de la Comisión, la
opinión pública, y sobre todo los pacientes con hepatitis C, tienen
derecho a su conocimiento, de forma explicita y detallada. No deja de
llamar la atención que el propio Ministro de Sanidad en persona nos haya
contado que requirieron a los miembros de la Comisión la
correspondiente declaración de Conflictos de Interés, sin que hasta la
fecha hayamos tenido conocimiento publico de dichas declaraciones. Algo
falla, o el Ministro no sabe lo que es una declaración de Conflictos de
Interés o se trata de un relato de ocultamiento o tergiversación.
Una de las reacciones más llamativas a la
denuncia de la FADSP, ha sido el intento, desde algunos medios
periodísticos, de naturalizar las relaciones financieras entre los
médicos y la Industria Farmacéutica. Expresiones como “todos los
médicos” y “especialmente los expertos y científicos” colaboran y tienen
lazos financieros con al Industria… Hechos que son inciertos porque hay
muchos médicos e investigadores que NO TIENEN RELACIONES FINANCIERAS
CON LA INDUSTRIA. Se puede alegar ignorancia o quizás una intencionada
apuesta por la “banalización del mal” (Hannah Arendt), pero la
generación y la difusión del conocimiento (y entre ellos los protocolos
clínicos, como es el caso) sólo se puede hacer desde parámetros éticos
como nos recuerda un reciente estudio, publicado en estas páginas, sobre
los comportamiento de los miembros de la FDA en sus relaciones
financieras con la Industria.
UNA PROPUESTA NECESARIA
Juan Gérvas nos remite una iniciativa desarrollada en EEUU, destinada a
los medios de comunicación, para que tuvieran constancia de que hay
académicos e investigadores independientes: Lista de expertos independientes de la industria. una iniciativa que podría ser de gran utilidad en nuestro país porque permitiría a los periodistas localizar y consultar con expertos independientes
- Mark A. Rodwin. Conflicts of interest and future of Medicine, 2011. Oxford University Press
- Thompson DF. Understanding financial conflicts of interest. N Engl J Med 1993; 329: 573-576.
No hay comentarios:
Publicar un comentario