jueves, 16 de octubre de 2014

(INFAC - CEVIME) Nuevos antidiabéticos: luces y sombras

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es un trastorno metabólico caracterizado por hiperglucemia y un aumento del riesgo de complicaciones microy macrovasculares. Se estima que el número de adultos con DM2 es de unos 285 millones a nivel mundial (55 millones en Europa) y se espera que esta cifra llegue hasta 438 millones (67 millones en Europa)en el año 20301.
La diabetes ha sido calificada como la epidemia del siglo XXI y a lostratamientos ya disponibles desde hace un tiempo, con la metformina como primera elección, se les han añadido nuevos grupos de medicamentos
con novedosos mecanismos de acción, como los reguladoresde las incretinas, que incluye a los inhibidores de la dipeptidil-peptidasa 4 (DPP-4) y a los análogos del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1),y los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT-2).
Estos nuevos tratamientos se han aprobado en base a su efecto sobre la hemoglobina glicosilada (HbA1c), que es una variable subrogada, sin que se hayan realizado ensayos que evalúen su impacto sobre la mortalidad y las complicaciones micro y macrovasculares asociadas ala diabetes.
Además, hay incertidumbre sobre algunos de sus posibles efectos adversos, como es el caso de losreguladores de las incretinas y laaparición de pancreatitis, cáncer de páncreas y cáncer de tiroides y se
desconoce la seguridad a largo plazo de todos ellos.
En general, cuando una nueva clase de antidiabéticos llega al mercado, es objeto de una fuerte promoción, basada en la supuesta ventaja de que reducen la concentración de HbA1c, sin inducir episodios de hipoglucemia grave ni producir aumento de peso. Posteriormente, cuando las evidencias sobre sus posibles efectos adversos comienzan a aparecer,son subestimadas y las agencias reguladoras tardan demasiado
tiempo antes de actuar.
En este sentido, es importante no olvidar el precedente de la rosiglitazona, que aunque se aprobó por haber demostrado efectos favorables en la reducción de la HbA1c, tuvo que ser retirada del mercado años después, tras observarse que producía un aumento de un 40% en el riesgo de infarto de miocardio. Un ejemplo de que la toma de decisiones clínicas basadas únicamente en resultados de ensayos con variables subrogadas puede poner en peligro la salud de los pacientes.
El objetivo de este boletín es conocer mejor estos nuevos antidiabéticos, destacar las incertidumbres que todavía existen sobre su seguridad y definir cuál es su lugar en la terapéutica de la DM2.
http://www.osakidetza.euskadi.net/contenidos/informacion/cevime_infac_2014/es_def/adjuntos/INFAC_Vol_22_n_6_nuevos_antidiabeticos.pdf

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