miércoles, 20 de agosto de 2014

El Gerente De Mediado. Tribulaciones de un hobbit en la Tierra Tronca



“Los atajos cortos traen retrasos largos”.
Pippin. El Señor de los anillos. JRR Tolkien
En la Tierra Media de la Especialización médica , cada una de las razas disponía de su propio territorio de formación, determinado por su historia e idiosincrasia. Así , el pueblo de los hermosos Elfos, dedicados a la cirugía de creciente complejidad,  seguía su propio camino en los bosques de quirófanos verdes. Es cierto que las orejas se les habían vuelto puntiagudas, pero era un efecto secundario a tantas horas bajo las lámparas del teatro de operaciones.
El mundo de los Hombres de las Especialidades Médicas era un mundo serio, obligado siempre a buscar causa y remedio a enfermedades severas: cardiólogos, gastroenterólogos, neumólogos o neurólogos, nacían, crecían y se desarrollaban en el territorio de la Medicina Interna, de cuyas raíces iban ascendiendo a ramas cada vez más especializadas ( incluida la ciénaga de las Arritmias)
En zonas mucho más lejanas aprendían los Magos Psiquiatras, expertos en territorios extraños para Elfos y Hombres.
Al margen de estos centros de poder , existía en la Tierra Media una pequeña  Comarca donde vivía la comunidad de los Medianos de la Medicina de Familia, emparentados lejanamente con los Enanos de la Medicina Preventiva y Salud Pública. Los Medianos amaban por encima de todo su comunidad, entrenados como estaban en identificar , valorar y apreciar las peculiaridades únicas e  irrepetibles de cada uno de sus paisanos.
A lo largo de generaciones , los Hobbit de la medicina de familia habían llegado a aprender algunas  artes arcanas de Magos, Elfos y Hombres, incluso de sus parientes Enanos. Pero de la misma forma que sabían que nunca alcanzarían el porte majestuoso de los Elfos, estaban orgullosos de sí mismos, puesto que eran  conscientes de que sin su papel ( humilde, pero imprescindible) nada funcionaría bien en la Tierra Media. Un Hobbit siempre sería bajo, peludo, aficionado a la pipa, la cerveza y las seis comidas diarias, pero sin ellos el mundo sería infinitamente más complicado. Y de hecho cuando la sombra de Mordor se extendía por la Tierra Media todos sabían que el futuro de la región dependería  siempre de su astucia y sabiduría.
Pero un buen día Saruman, instalado circunstancialmente en el Ministerio de Sanidad, decidió convertir a la Región en algo mucho más afín a sus intereses. Y comenzó la 4ª edad del Sol de la Tierra Media; lo que años más tarde fue llamada la  Tierra Tronca.
Lo que antes fuera el  amplio territorio de la Tierra Media con zonas propias para Elfos, Hombres, Orcos, Magos, Enanos y Medianos  se transformó (por acción de la poderosa Magia de Mordor) en un único árbol gigantesco, fuera del cual no existía nada ( salvo unos cuantos seres a los que se dejó ir por libre, patólogos, pediatras, otorrinos, oftalmólogos y demás pueblos imposibles). 
Desde cualquier punto de vista el  árbol era amorfo, desproporcionado y feo, del que salían cinco troncos de desigual tamaño y extensión.
En la primera rama, raquítica, se ubicaba la singular raza de la Imagen , dotada del Ojo que todo lo Ve ( Medicina Nuclear y Radiodiagnóstico). No era mucho mayor el diámetro del Tronco de las Pócimas en el que residían Analistas y Bioquímicos Clínicos, Genetistas, Inmunólogos y Microbiólogos.
El reino de las Sombras conocía en cualquier caso el poder que atesoraban Magos y Elfos. Quizá por eso les dio Tronco propio: asignó uno mullido  a los Magos de la Salud Mental, entendiendo que su conocimiento requería de espacio y soledad. También en  Tronco aparte ubicó Saruman a los Elfos Quirúrgicos, gente poderosa con saberes  ocultos. Todos ellos con sus picudas orejas y sus trajes verdes, transitaban por allí: Elfos Generales, Vasculares, Torácicos ,Maxiolofaciales, y hasta Plásticos. Pero en el viaje al Árbol de los 5 Troncos, los Elfos perdieron Rivendel para siempre.
Pero donde el árbol amenazaba ruina era en el  Tronco número 1, sobrecargado de todo tipo de seres de muy variada condición: Hombres, Enanos, Orcos, Medianos. Tipos tan poco similares como el anestesista y el médico de familia, el cardiólogo y el farmacólogo clínico, el neurofisiólogo y el geriatra.
Mordor pretendía que los habitantes del Tronco Médico siguieran un mismo proceso de alimentación, crecimiento y educación. Gracias a él un Enano podría convertirse en Hombre, e incluso un Hombre en Mediano, solo con una par de cursillos y pruebas “objetivas”. Saruman engatusaba a los hobbits  con el argumento de que mediante su sistema hasta los Hombres ( e incluso los Elfos)  acabarían deseando convertirse en Hobbits, ocultando que Aquellas  Razas Ilustres siempre gozaron de mucho mayor prestigio que  los humildes Medianos, gente modesta y silenciosa, con cierta tendencia a la resignación y  la indolencia.
De esta forma el siniestro Mago de la túnica blanca dispondría  de gente dócil y maleable, dispuesta siempre a cumplir las órdenes del Ministerio de Mordor. Si a resultas del proceso el pequeño Hobbit no daba la talla suficiente para subir al caballo, si las destrezas en la escucha, la negociación y la perseverancia dejaban de ser practicadas , a nadie parecía importar. En la nueva Tierra Tronca habían dejado de ser necesarias.
Cuando Gandalf volvió se quedó estupefacto: en lugar del bosque de los árboles andantes solo quedaba un extraño y amorfo árbol en que habían convertido la Tierra Media, con troncos vacíos y otros sobrecargados de todo tipo de seres. 
Mientras, afuera, la Comunidad del Anillo parecía haber desaparecido.

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