http://borinot-mseguid.blogspot.com.es/2014/03/recomendaciones-para-evitar.html
Siguiendo con las listas que los organismos o sociedades científicas, españolas
o extranjeras, están publicado con las que evitar intervenciones
innecesarias, nos percatamos, una vez más, de la iniciativa iniciada en
el 2011 del American Board of Internal Medicine Foundation dentro de la campaña de “elegir sabiamente” ("Choosing Wisely®")
la correspondiente a American Geriatrics Society's (AGS), la Sociedad
de Geriatría Americana, en la que se aborda la idoneidad según la
evidencia científica actual de ciertas pruebas, medicaciones y
procedimientos que se aplican a nuestros pacientes, en el marco de una
prevención cuaternaria. En este aspecto, señalan, según un documento del
2008 del Congressional Budget Office que alrededor del 30% del gasto
sanitario de EEUU sería innecesario. La AGS publicó su lista en el
Journal of the American Geriatric Society en junio del año pasado, y
ahora este mes la ha ampliado con 5 recomendaciones sobre pruebas o
tratamientos más.
Las recomendaciones iniciales eran (traducción libre):
*No recomendar utilizar tubos de alimentación parenteral en personas con demencia avanzada. Ofrecer la alimentación oral asistida
* No usar antipsicóticos como primera opción en el tratamiento de los
síntomas conductuales o psicológicos relacionados con la demencia.
* Evitar utilizar medicación hipoglucemiante con el objetivo de
alcanzar HbA1c inferior a 7,5% en adultos de mayores de 65 años. Un
control metabólico moderado sería más conveniente
* No usar benzodiacepinas o fármacos hipnotico-sedativos en adultos
ancianos como primera opción para el tratamiento del insomnio, la
agitación o el delirium.
* No utilizar antibióticos para el tratamiento de la bacteriuria en ancianos a menos que existan síntomas urinarios.
Las nuevas recomendaciones (J Am Geriatr Soc. 2013;61(4):622-631)
* No prescribir inhibidores de la colinesterasa para el tratamiento
de la demencia sin una evaluación periódica de sus posibles beneficios
cognitivos y de sus efectos gastrointestinales. Si el paciente empieza
con dichos medicamentos y los objetivos del tratamiento no se alcanzan
después de un tiempo razonable de 12 semanas, debería considerarse su
interrupción.
* No recomendar el cribado de cáncer de mama o colorectal ni del
cáncer de próstata (mediante la PSA) sin considerar la esperanza de vida
y los riesgos de la prueba debidos al sobrediagnóstico o al
sobretratamiento. El cribado de esos 3 cánceres expone al paciente con
una esperanza de vida inferior a 10 años a posibles efectos secundarios y
pocos beneficios potenciales.
* Evitar la prescripción de estimulantes del apetito o suplementos
hipercalóricos para el tratamiento de la anorexia o la caquexia en
ancianos. En vez de esto optimizar los apoyos sociales proveer de
asistencia a la alimentación y clarificar los objetivos y las
expectativas. No existen evidencias de que esos estimulantes y
suplementos mejoren la calidad de vida, el humor, el estatus funcional o
la supervivencia.
* No prescribir medicación alguna sin revisar la medicación anterior.
Una revisión de la medicación puede reducir la cantidad de estas y la
exposición a medicación innecesaria.
* Evitar las restricciones físicas del anciano hospitalizado con
delirio como medio para manejar la sintomatología conductual. Utilizar
estas restricciones solo como último recurso, y retirarlo tan pronto
como sea posible.
AGS Choosing Wisely Workgroup Disclosures. J Am Geriatr Soc. 2013;61(4):622-631.
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