La columna vertebral es un prodigio estructural y funcional
constituido como mecanismo de soporte y protección para las estructuras
nerviosas nobles, tremendamente delicadas, dando lugar a una especie de
tubería, rígida y flexible al tiempo, constituida por una serie de piezas
articuladas entre ellas que son las vértebras.
Cada una de estas piezas tienes relación con las otras mediante unos cojinetes, flexibles y dinámicos por la parte anterior, los discos vertebrales, y con menos capacidad de movimiento en las articulaciones posteriores. Por último, tiene unas piezas de conexión con las estructuras musculares, lo que se llaman apófisis espinosas, en la parte posterior, y apófisis transversas, en las partes laterales.
El síndrome de Bertolotti es una anomalía congénita de la región lumbosacra de la columna vertebral que se caracteriza por el desarrollo de una apófisis transversa anormalmente grande, una megaapófisis en la última vértebra lumbar.
Este crecimiento anómalo, aunque está presente desde el nacimiento, no se detecta habitualmente hasta la edad adulta, bien como hallazgo radiológico asintomático en un control de rutina o por la aparición progresiva de dolor lumbar, situación esta última mucho más frecuente.
La presencia de una apófisis transversa anormalmente grande
da lugar a una fusión total o parcial al sacro y una perturbación en la
proximidad de la cresta iliaca con la que puede rozar, colisionar o incluso
tener puntos de unión.
La primera descripción del cuadro se debe al doctor Mario
Bertolotti que en 1917 publicó un artículo titulado: “Contributo alla
conoscenza dei vizi differenzazione regionale del rachide con speciale riguardo
all assimilazione sacrale della V. lombare” (Radiol Med. 1917, 4: 113-144),
aunque la patología del desarrollo vertebral y sus diferentes variaciones
anatómicas ha llenado la literatura médica desde entonces hasta nuestros días.

No hay comentarios:
Publicar un comentario