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lunes, 27 de enero de 2025

Salud, dinero y AP. Sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención: distorsión del papel de la medicina general.

La expansión de las recomendaciones clínicas preventivas en atención primaria ha tenido la consecuencia no deseada de desestabilizar esta base del sistema de atención sanitaria, argumentan Minna Johansson y colegas.

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Durante miles de años, los médicos se ocuparon exclusivamente de las personas enfermas. Recién en las últimas cinco décadas, la atención primaria se ha centrado cada vez más en los riesgos, no en los síntomas1. El cambio hacia la prevención médica se inició a finales de los años 60, cuando se descubrió que el tratamiento con diuréticos de la presión arterial diastólica de 115-129 mmHg prevenía los eventos cardiovasculares con un número necesario a tratar (NNT) de 6 personas al año 2,3,4.

Esta intervención beneficiosa estaba dirigida a una población de alto riesgo. Sin embargo, hoy en día se solicita cada vez más a la atención primaria que prevenga enfermedades en poblaciones de menor riesgo que, a veces, componen la mayoría de la población. Un menor riesgo de base lleva a un mayor número de pacientes que se deben examinar y tratar, que van desde cientos hasta un número infinito5. Aunque el principio de “es mejor prevenir que curar” es intuitivamente atractivo, también es empíricamente limitado y distorsiona las relaciones clínicas: la expansión y el enfoque en intervenciones de prevención primaria para pacientes de bajo riesgo es incongruente para una profesión dedicada al alivio del sufrimiento.

Esta expansión del territorio médico (sin un beneficio proporcional ni una expansión imposible del tiempo) es un factor importante que contribuye a la crisis de la atención primaria en muchos países de altos ingresos. Para salvar la atención primaria del colapso, se debe frenar el entusiasmo por los servicios de prevención clínica mínimamente beneficiosos en poblaciones asintomáticas y de bajo riesgo y devolver o reasignar a la salud pública la responsabilidad de la prevención primaria de enfermedades.

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