lunes, 6 de mayo de 2024

Pulm Ther. Corticoides sistémicos para el tratamiento de enfermedades respiratorias: menos es mejor, pero... ¿Cuándo y cómo es posible en la vida real?. Vía Juan Marco Figueira Gonçalves @JuanMarcoFigue1.

 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10447722/

Los corticoides sistémicos (CS), una piedra angular en neumología, son fármacos con una fuerte actividad antiinflamatoria. Son baratos, fáciles de conseguir y accesibles, pero con efectos secundarios comunes y graves. Además, el uso de CS exógenos puede suprimir el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA), predisponiendo a la insuficiencia suprarrenal. El tratamiento seguro del SC es un reto de la investigación farmacológica. Esta revisión narrativa examinó las indicaciones de los SC en algunas enfermedades respiratorias, analizando qué tipos, dosis y duración del tratamiento se requieren, ya que la dosis y la duración de los tratamientos de SC deben minimizarse. Los tratamientos crónicos de mantenimiento con SC se asocian con un mal pronóstico, pero aún se prescriben en pacientes con asma grave, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedades pulmonares intersticiales. Cuando la interrupción del SC no es posible, se deben hacer todos los esfuerzos posibles para lograr reducciones clínicamente significativas. Las directrices sugieren el uso de metilprednisolona en una dosis de 20-40 mg/día o equivalente durante un máximo de 10 días en sujetos con neumonía por COVID-19 (pero no otras enfermedades virales respiratorias) e insuficiencia respiratoria, exacerbaciones del asma y EPOC. Algunas directrices sugieren que el tratamiento con SC de menos de 10 a 14 días puede interrumpirse abruptamente, monitoreando estrictamente a los sujetos con síntomas inexplicables después de la retirada de CS, que deben someterse rápidamente a pruebas de insuficiencia suprarrenal (IA) y, finalmente, ser tratados. Los SC se utilizan a menudo en la neumonía grave adquirida en la comunidad asociada con un marcado aumento de los marcadores de inflamación sérica, en el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), en el shock séptico que no responde a la reposición hidrosalina y a los vasopresores, y en las exacerbaciones agudas de las enfermedades pulmonares intersticiales. Dado que estos casos a menudo requieren dosis más altas y una mayor duración del tratamiento con el SC, la reducción gradual del CS debe ser gradual y, cuando sea útil, debe estar respaldada por una evaluación de la función del eje HPA.

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