martes, 2 de abril de 2024

The Lancet. «Modificar 12 factores de riesgo principales podría prevenir o retrasar hasta el 40% de las demencias». ¿Nos ponemos a ello?. Fernando Fabiani @FernandoFabiani.

https://www.thelancet.com

El número de personas mayores, incluidas las que viven con demencia, está aumentando, a medida que disminuye la mortalidad a edades más tempranas. Sin embargo, la incidencia de demencia específica por edad ha disminuido en muchos países, probablemente debido a las mejoras en la educación, la nutrición, la atención médica y los cambios en el estilo de vida. En general, un creciente cuerpo de evidencia respalda los nueve factores de riesgo potencialmente modificables para la demencia modelados por la Comisión Lancet de 2017 sobre la prevención, intervención y atención de la demencia: menos educación, hipertensión, discapacidad auditiva, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes y bajo contacto social. Ahora añadimos tres factores de riesgo más para la demencia con evidencia más nueva y convincente. Estos factores son el consumo excesivo de alcohol, las lesiones cerebrales traumáticas y la contaminación del aire. Hemos completado nuevas revisiones y metanálisis y los hemos incorporado a un modelo actualizado de 12 factores de riesgo a lo largo de la vida para la prevención de la demencia. En conjunto, los 12 factores de riesgo modificables representan alrededor del 40% de las demencias en todo el mundo, que en consecuencia teóricamente podrían prevenirse o retrasarse. El potencial de prevención es alto y podría ser mayor en los países de ingresos bajos y medianos donde se producen más demencias.
Nuestro nuevo modelo de curso de vida y síntesis de la evidencia tiene implicaciones políticas de suma importancia en todo el mundo. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde en el curso de la vida para la prevención de la demencia. Los riesgos en los primeros años de vida (menores de 45 años), como un menor nivel educativo, afectan a la reserva cognitiva; Los factores de riesgo de la mediana edad (45-65 años) y de la edad avanzada (mayores de 65 años) influyen en la reserva y el desencadenamiento de desarrollos neuropatológicos. La cultura, la pobreza y la desigualdad son factores clave de la necesidad de cambio. Las personas más desfavorecidas son las que más necesitan estos cambios y las que obtendrán el mayor beneficio.


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