Publicada originalmente en agosto de 2020, esta guía tiene como objetivo reducir la variación en la prescripción de inhaladores en el tratamiento del asma en adultos. En 2021, esta directriz se actualizó para fomentar la consideración de la agenda de descarbonización del NHS Wales.
Los pacientes con asma deben ser tratados de acuerdo con la gravedad de su enfermedad. Todos los pacientes con asma deben ser tratados con un corticosteroide inhalado y la práctica de utilizar la monoterapia broncodilatadora de acción corta está obsoleta. En aquellos con síntomas bien controlados, el manejo adecuado incluye la suspensión de la terapia. Dada la evidencia que vincula el uso elevado de esteroides inhalados con efectos adversos potencialmente graves, en los últimos años ha habido un esfuerzo concertado para aumentar la seguridad del paciente y reducir la dosis de corticosteroides inhalados utilizados por los pacientes a diario para controlar su asma. Además de tener un impacto significativo en la seguridad del paciente, esto también puede permitir el logro de eficiencias de costos. Esto, a su vez, puede facilitar un acceso más oportuno a terapias novedosas y de alto coste (por ejemplo, agentes biológicos) en personas con enfermedad grave, optimizando así el tratamiento de todos los pacientes con asma.
En 2024, la guía se actualizó aún más para incluir un nuevo "régimen preferido" para el asma leve, y se agregó la opción de usar algunos medicamentos para el asma de manera no autorizada (con enlaces a la guía relevante sobre medicamentos no autorizados incorporados). Estas actualizaciones tenían por objeto armonizar las orientaciones con otras recomendaciones reconocidas a nivel nacional.
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