Una nueva generación de fármacos está revolucionando el tratamiento de la obesidad y asombrando a los investigadores con su potencia. El fármaco semaglutida, por ejemplo, permitió que un tercio de los participantes en ensayos clínicos perdieran al menos el 20 % de su peso corporal. La tirzepatida, una terapia competidora, logró resultados similares en más de la mitad de los participantes del estudio.
A pesar de su alta efectividad, los investigadores están aprendiendo que estos medicamentos no son necesariamente la solución para todas las personas que viven con obesidad. Ahora que la semaglutida y la tirzepatida existen desde hace algún tiempo, los proveedores de atención médica están comenzando a identificar quién es probable que se beneficie más de ellos y a reconocer los desafíos en el uso de los medicamentos.
Dividen obesidad en 4 tipos, para indicar medicación -Tardan en sentir saciedad (cerebro hambriento) -Se llenan fácil, pero sienten hambre rápido (intestino hambriento) -Comen para enfrentar emociones (hambre emocional) -Metabolismo lento
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