lunes, 20 de junio de 2022

(CMAJ) Deficiencia de Vitamina B12.

La incidencia aumenta con la edad, afectando al 5% de los adultos mayores de 60 años.

https://www.cmaj.ca/content/194/24/E843?rss=1

Afecta al 5% de los adultos mayores de 60 años. La vitamina B12 (en adelante B12) es un cofactor de las enzimas involucradas en la síntesis de ADN y es necesaria para el funcionamiento normal de la médula ósea y del sistema nervioso central. Su absorción en el íleon distal requiere factor intrínseco. Los pacientes pueden presentar hallazgos neuropsiquiátricos o anomalías hematológicas Los síntomas comunes son fatiga y palidez, pero las características también pueden incluir déficits cognitivos, degeneración combinada subaguda de las columnas dorsal y lateral de la médula espinal y neuropatías periféricas. Los hallazgos hematológicos incluyen anemia macrocítica, neutrófilos hipersegmentados en el frotis de sangre y pancitopenia. Las concentraciones plasmáticas de B12 deben evaluarse si se identifica macrocitosis. El diagnóstico requiere una concentración plasmática de B12 inferior a 148 pmol/L La deficiencia marginal, definida por concentraciones plasmáticas de 148 a 221 pmol/L, se observa en el 20 % de los pacientes mayores de 60 años y rara vez conduce a anomalías hematológicas. Se pueden considerar las pruebas de ácido metilmalónico y niveles de homocisteína en pacientes con una concentración plasmática dudosa. concentración de B12 y síntomas o signos compatibles con deficiencia. El historial dietético y los medicamentos deben revisarse cuidadosamente. Las causas comunes incluyen gastritis autoinmune (que causa anemia perniciosa), dietas bajas en productos de origen animal, estados de malabsorción (p. ej., poscirugía gastrointestinal) y medicamentos, que incluyen metformina, inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores de histamina. Los pacientes con deficiencia documentada de B12 deben ser tratados con suplementos. La dosis alta diaria (≥ 1000 μg) de vitamina B12 por vía oral es tan eficaz como la administración de suplementos intramusculares. Las concentraciones de B12 se pueden controlar cada 3 a 6 meses durante el tratamiento; las anormalidades hematológicas deben resolverse en semanas y los síntomas neuropsiquiátricos en meses. Se puede considerar la derivación urgente para pacientes con secuelas graves de deficiencia (p. ej., pancitopenia, déficits neurológicos). Si se abordan las causas reversibles, se puede suspender la suplementación una vez que se normalicen las concentraciones de B12, mientras que los pacientes con causas irreversibles a menudo requieren un tratamiento de por vida. La B12 parenteral a menudo se prescribe sin evidencia de deficiencia y no mejora las molestias inespecíficas, incluidas la disfunción cognitiva y la fatiga. Esta práctica debe desaconsejarse.

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