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La abundante vascularización y la masa relativamente pequeña del ojo lo hace susceptible a la aparición de efectos adversos oculares asociados al uso de algunos fármacos. Varias partes del ojo se pueden ver afectadas y experimentar síntomas característicos de trastornos oculares específicos. Cuando un paciente presenta un síntoma ocular de causa inexplicable, hay que hacer una anamnesis farmacológica esmerada. En un número anterior se revisaron los trastornos de la refracción y de la acomodación provocados por fármacos (ver Boletín de Farmacovigilancia de Cataluña 2017). En este Boletín se describen algunos efectos adversos oculares relacionados con medicamentos habituales administrados por vía oral (tabla 1). Algunos fármacos administrados por otras vías también pueden ser causa de trastornos oculares, por ejemplo, los taxanos (paclitaxel) o el latanoprost pueden causar edema macular, los interferones se han relacionado con retinopatía por daño vascular, o los inhibidores de puntos de control inmunológico (ipilimumab, pembrolizumab, nivolumab) son causa de trastornos oculares de causa inmunológica. No obstante, estos no son objeto de este Boletín. La toxicidad ocular inducida por fármacos orales puede afectar diferentes estructuras del ojo y manifestarse con síntomas característicos de enfermedades oculares, fenómeno que comentamos a continuación.
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