A medida que aumenta el número de vacunados, y por una cuestión simplemente probabilistica, es más frecuente encontrarnos con un grupo que pese a estar ya vacunado desarrolla una nueva infección con SARS-CoV-2 (breakthrough infections). Ante esto se debe estar atento al manejo estadístico, para no caer en un sesgo cognitivo, común de leer en redes sociales. Algunos, con menos conciencia que faltos de ciencia, describen a esto como una prueba de que las vacunas no son efectivas. Esperamos que la infección por Covid-19 siga disminuyendo su frecuencia a partir de la vacunación, pero recién hemos comenzado un largo camino hasta pensar en la eliminación del virus, y mucho más lejos de erradicarlo. Los efectos combinados de la variante delta y el de la esperable disminución de la anticuerpos esperamos no modifiquen significativamente la efectividad que han alcanzado las vacunas hasta hoy. Aunque esta inmunidad parece mantenerse más alto para algunos efectos que otros. Ya algunos señalan que resulta ser menos efectivo para disminuir el riesgo de infectarse, pero no para los casos graves que ameriten internación o aun provocar la muerte (3,4).
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