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lunes, 13 de septiembre de 2021

Atenc. Prim. . Vitamina D: el traje nuevo del Rey Sol

Como en la fábula de Hans Christian Andersen, hay algo que no encaja en la “corte” de la Vitamina D. Esta diminuta molécula que sintetizamos tras la exposición al astro rey, ha sido denominada erróneamente como “vitamina”, pese a que por sus efectos se asemeje más a una prohormona. Cual monarca, ha conseguido pasearse por todos los campos de la medicina exhibiéndonos con esplendor sus magníficos dones1. Se ha vestido con lujosos trajes, zurcidos con innumerables ensayos clínicos, revisiones y metaanálisis. No obstante, como en la fábula de Andersen, han empezado a aparecer los “niños” que han puesto en evidencia su desnudez.

En esta epidemia moderna de sobrediagnóstico, la vitamina solar ha sido preconizada, suplementada y fortificada en alimentos como ninguna otra. Se ha recomendado de forma explícita su suplementación justificándola por sus múltiples efectos, en especial en el hueso. Sin embargo, se ha demostrado su nulo efecto en relación con diabetes, hipertensión, cardiopatía isquémica, síntomas menopáusicos, depresión, fatiga, mortalidad e incluso en prevención de fracturas1.

https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-vitamina-d-el-traje-nuevo-S021265671930040X

A pesar de la escasa evidencia, la tenacidad con la que determinadas organizaciones siguen recomendando los suplementos nos hace sospechar de la presencia de conflictos de interés con la industria farmacéutica, la alimentaria o incluso la del bronceado.

Recientemente una revision sistematica analizando la calidad de las guias de practica clinica al respecto:https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34486779/

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