https://link.springer.com/article/10.1007/s11883-021-00935-2#Abs1
Propósito de la revisión
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha sido la causa de una importante morbilidad y mortalidad a nivel mundial. Aquí, revisamos la literatura hasta la fecha sobre las consecuencias a corto y largo plazo de la infección del corazón por el coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2).
Hallazgos recientes
Los primeros informes de casos describieron un espectro de manifestaciones cardiovasculares de COVID-19, que incluyen miocarditis, miocardiopatía por estrés, infarto de miocardio y arritmia. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la lesión miocárdica en COVID-19 parece estar mediada predominantemente por la gravedad de la enfermedad crítica más que por la lesión directa del miocardio por partículas virales.
Si bien la resonancia magnética cardíaca sigue siendo una herramienta poderosa para diagnosticar la miocarditis aguda, debe usarse con prudencia a la luz de la baja prevalencia inicial de miocarditis.
Guiar a un paciente atleta para regresar al deporte (RTP) después de la infección por COVID-19 es un proceso desafiante. Los datos más recientes muestran que RTP ha sido un esfuerzo seguro utilizando un protocolo de detección.
También se han descrito secuelas de "COVID prolongado" o posaguda de la infección por SARS-CoV-2. Los síntomas informados abarcan una gran variedad de molestias cardiopulmonares y neurológicas que incluyen fatiga, palpitaciones, dolor de pecho, disnea, confusión mental y disautonomía, incluido el síndrome de taquicardia postural (POTS). El manejo de POTS / disautonomía se centra principalmente en la educación, el ejercicio y la reposición de sal y líquidos.
Resumen
Nuestra comprensión del impacto de COVID-19 en el sistema cardiovascular está en constante evolución. A medida que ingresamos a una nueva era de supervivencia, se necesitan investigaciones adicionales para catalogar la carga de los síntomas cardiopulmonares persistentes. También se necesita investigación para saber cómo el manejo agudo puede alterar la probabilidad y prevalencia de este síndrome crónico.
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