martes, 19 de enero de 2021

Guías clínicas de la polimialgia reumática (SIR, 2020)

 En abril de 2020, la Sociedad Italiana de Reumatología publicó sus recomendaciones para el tratamiento de pacientes con diagnóstico de polimialgia reumática. [1]

Valoración previa al tratamiento En todos los pacientes con diagnóstico clínico de polimialgia reumática (PMR) se deben evaluar enfermedades similares o asociadas, particularmente trastornos inflamatorios como la arteritis de células gigantes y la artritis reumatoide. También se debe evaluar a los pacientes para detectar comorbilidades que pueden afectar el manejo de la PMR, tales como: hipertensión, diabetes, intolerancia a la glucosa, enfermedad cardiovascular, dislipidemia, úlcera péptica y osteoporosis (particularmente antecedentes de fracturas recientes); cataratas y glaucoma; infecciones crónicas o recurrentes; terapia concomitante con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y otros medicamentos; y factores de riesgo para efectos adversos relacionados con esteroides. El sexo femenino, la velocidad de sedimentación globular elevada y la artritis inflamatoria periférica pueden ser factores de riesgo de recaída y/o necesidad de tratamiento prolongado.

Laboratorio y estudios de imagen Antes de comenzar el tratamiento, se deben solicitar los siguientes estudios de laboratorio: nivel de proteína C reactiva y/o velocidad de sedimentación globular, pruebas de factor reumatoide y anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado, recuento de células sanguíneas, medición de niveles de glucosa y creatinina, pruebas de función hepática, perfil óseo (incluidos los niveles de calcio y fosfatasa alcalina) y análisis de orina. También pueden ser útiles el proteinograma y la medición de la hormona estimulante tiroidea (TSH) y los niveles de creatina quinasa (CK). La radiografía de tórax y la ecografía abdominal pueden ser útiles en el diagnóstico diferencial y la densitometría ósea puede desempeñar un papel en el seguimiento del tratamiento.

Interconsultas Valore consultar a un especialista si el paciente tiene una presentación atípica (p. ej., artritis inflamatoria periférica, síntomas sistémicos, marcadores inflamatorios bajos o edad <60 años), experimenta o tiene un alto riesgo de sufrir efectos adversos del tratamiento, tiene una PMR corticorresistente, sufre recaídas o requiere un tratamiento prolongado.

Tratamiento de primera línea Se recomienda como tratamiento de primera línea los glucocorticoides orales, y deben iniciarse tan pronto como se diagnostique la PMR. Se puede considerar un ciclo corto de un AINE u otro analgésico para pacientes que tienen dolor asociado con otras afecciones. Individualice el tratamiento con glucocorticoides y los calendarios de reducción de dosis. Comience con 12.5-25 mg/día de prednisona o su equivalente. Considere una dosis más baja para los pacientes con riesgo de efectos adversos relacionados con los corticoides y una dosis más alta para aquellos que tienen un mayor riesgo de recaída; sin embargo, no se recomiendan dosis iniciales de ≤7,5 mg/día y dosis> 30 mg/día. La dosis objetivo para el régimen de disminución inicial es de 10 mg/día de prednisona o su equivalente en un plazo de 4-8 semanas. Si existe una recaída, aumente a la dosis previa a la misma y disminuya gradualmente (en un plazo de 4-8 semanas) a la dosis a la que ocurrió la recaída. Una vez que se logra la remisión de la PMR, reduzca la dosis en 1 mg cada 4 semanas (o en descensos de 1.25 mg usando programas como 10/7,5 mg en días alternos) hasta que se suspenda el tratamiento.

Terapia de segunda línea Valore añadir de forma temprana el metotrexato oral (7,5-10 mg/semana) al régimen de glucocorticoides en pacientes con alto riesgo de recaída, terapia prolongada y/o eventos adversos relacionados con los corticoides. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral (anti-TNF) no se recomiendan para el tratamiento de la PMR.

Manejo no farmacológico:Un programa de ejercicios puede ayudar a mantener la masa y función musculares y a reducir el riesgo de caídas, especialmente en pacientes frágiles con PMR y en pacientes mayores que reciben tratamiento corticoideo prolongado.

Seguimiento: Las visitas de seguimiento deben programarse cada 4-8 semanas el primer año, cada 8-12 semanas el segundo año y según sea necesario en caso de recaída o cuando el tratamiento con glucocorticoides se reduce y se suspende. 

Referencias

Ughi N, Sebastiani GD, Gerli R, et al. The Italian Society of Rheumatology clinical practice guidelines for the management of polymyalgia rheumatica. Reumatismo. 2020 Apr 10;72(1):1-15. https://reumatismo.org/index.php/reuma/article/view/1268/863

No hay comentarios:

Publicar un comentario