La inmunosupresión es una parte importante del tratamiento de las enfermedades autoinmunes. Al igual que con todos los tratamientos, los inmunosupresores se prescriben en función de un equilibrio entre daño y beneficio. Este equilibrio debe reevaluarse en el contexto de la pandemia causada por el coronavirus-2, síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2). Sin embargo, como la pandemia está evolucionando rápidamente, esta evaluación debe realizarse con información imperfecta y en constante cambio. La evaluación también debe considerar el riesgo de exposición e infección de cada persona, las medidas de salud pública y una variedad de factores de riesgo.
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