El rivaroxabán presentó mayor incidencia de eventos tromboembólicos
que la warfarina en pacientes con síndrome antifosfolípido y el ensayo
tuvo que suspenderse. También se han suspendido anticipadamente otros
tres ensayos clínicos: uno por aumento de la mortalidad en el grupo
rivaroxabán respecto a clopidogrel, en reemplazo valvular aórtico
transcatéter; el segundo, por una relación beneficio-riesgo desfavorable
respecto al AAS en la prevención de ictus recurrente tras ictus
embólico de origen desconocido; el tercero, por un mayor riesgo
tromboembólico y de sangrado con dabigatrán frente a warfarina en
pacientes con prótesis valvulares cardiacas. Los resultados de los ACODs
han sido más bien decepcionantes en enfermedad cardiovascular estable;
síndrome coronario agudo; pacientes con insuficiencia cardiaca, ritmo
sinusal y enfermedad coronaria; pacientes hospitalizados por patología
médica aguda; cirugía ortopédica menor y en prevención del
tromboembolismo en pacientes oncológicos. Los antagonistas de la
vitamina K deberían ser siempre la primera opción de tratamiento. Los
ACODs deberían restringirse a los casos en que los antagonistas de la
vitamina K estén contraindicados, no se toleren, o no sea posible
mantener unos niveles de INR dentro del rango terapéutico.
Autores:
- Juan Erviti
- Luis Carlos Saiz
- Leire Leache
- Marta Gutiérrez
Sección de Innovación y Organización. SNS-O
- Miguel Ángel Imízcoz
Cardiólogo. Miembro del Comité de Redacción del BIT Navarra.
http://www.navarra.es/NR/
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