viernes, 10 de abril de 2020

AMF-SEMFYC. Prevención de enfermedades altamente infecciosas en trabajadores y trabajadoras sanitarias.

Introducción

De los estudios realizados en epidemias previas, como la del ébola, se extrae que la mayor contaminación de los profesionales sanitarios se produce por la propia contaminación (autocontaminación) al ponerse y, sobre todo, al quitarse los equipos de protección personal (EPP)1-3.

Equipo de protección personal en la prevención de enfermedades altamente infecciosas

No siempre está claro qué tipo de EPP protege mejor, cuál es la mejor manera de colocarlo y retirarlo, y cómo asegurar que las trabajadoras y trabajadores sanitarios lo utilicen bien.

En una revisión sistemática de la Cochrane, publicada en 20194, se analizan las tasas de contaminación en personal sanitario que se expusieron al virus Ébola y al SARS (del inglés severe acute respiratory syndrome), y aunque muchos estudios no son de alta calidad, concluyen que:
  • Los EPP de material más transpirable no provocaban más contaminación que la ropa no transpirable. Las batas protegían mejor que los delantales. También se encontraron pruebas de calidad baja de que el uso de doble guante dio lugar a menos contaminación en comparación con un guante único. No se encontraron estudios sobre anteojos versus protectores faciales, guantes con mangas largas versus cortas, ni sobre el uso de cinta adhesiva para unir el EPP. No había tampoco estudios sobre el uso de desinfectantes mientras se retiraba el equipo.
  • Respecto de los diferentes métodos de colocarse y retirarse los EPP, el seguimiento de las recomendaciones de los Centers for Disease Control (CDC) para retirarse el equipo dio lugar a menos contaminación. El adiestramiento activo en el uso y retirada del EPP, que incluye la simulación computarizada, las instrucciones orales, o ambas, dio lugar a menos errores en comparación con el adiestramiento pasivo. No había estudios sobre cómo mantener los resultados del adiestramiento a largo plazo o sobre el uso de los recursos.

Esta última afirmación la encontramos en un estudio de la OMS5 que recomienda que la colocación, y sobre todo la retirada del EPP, se realice siempre bajo la orientación y supervisión de un observador u observadora entrenado (un colega). Además, ha de asegurarse que haya contenedores de residuos infecciosos disponibles y contenedores separados para los artículos reutilizables.

El Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya6 afirma que tanto la colocación como la retirada del material de protección son operaciones complejas y fuente de exposición del trabajador o trabajadora a agentes biológicos peligrosos que hay que llevar a cabo de modo seguro. Por este motivo, la operación de colocación y de retirada de los EPP requiere que la trabajadora o trabajador implicado tenga una formación práctica previa, adecuada y suficiente, y debe ser supervisada por una persona de apoyo exterior, igualmente adiestrada, que siga preferentemente una lista de control (check list) diseñada a tal efecto.

La OMS7 también recomienda que el personal sanitario que visita domicilios han de llevar máscara, guantes, bata y protección ocular.

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