En mayo del año pasado comenté un trabajo de Paul Glasziou y Iain Chalmers
que concluía que, teniendo en cuenta las carencias metodológicas, los
estudios no publicados y los mal explicados, el desperdicio de la
investigación biomédica podía ser del orden del 85%. Es decir, según
estos autores, sólo el 15% de lo que se investiga llega a la clínica en
condiciones de calidad y de comunicación apropiada. Un poco más de un
año después, dispongo de otras fuentes que insisten en que la
investigación biomédica, en términos generales, no da señales de
recuperación y, para hacerlo comprensible, seguiré el mismo esquema que
utilicé en el post que he citado.
http://gestionclinicavarela.blogspot.com/2020/01/la-mala-ciencia-nuevos-capitulos.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario