Entre 66 032 pacientes que iniciaron un tratamiento con sulfonilureas, 6438 lo hicieron con glimepirida y 20 582 con otras sulfonilureas de segunda generación. Durante un seguimiento medio de 1.3 años, la glimepirida se asoció con una incidencia similar de infarto de miocardio (HR 0,99, IC 95% 0,75-1,30) y accidente cerebrovascular isquémico (HR 0,96, IC 95% 0,72-1,27), una mayor incidencia no significativa de hipoglucemia grave (HR 1.24, IC 95% 0.92-1.68) y una menor incidencia de mortalidad por todas las causas (HR 0,77; IC del 95%: 0,67-0,89) en comparación con las demás sulfonilureas.
Concluyen los autores que glimepirida se asocia con una menor incidencia de mortalidad por todas las causas en comparación con otras sulfonilureas de segunda generación.
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