https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2753373
La base del tratamiento de la intolerancia a la lactosa es reducir los alimentos que contienen lactosa en la dieta. No existe una cantidad universal de lactosa que cause síntomas. La mayoría de los médicos e investigadores están de acuerdo en que las personas con intolerancia a la lactosa generalmente toleran de 12 a 15 g de lactosa (aproximadamente la cantidad en 1 a 2 tazas de leche). Los productos lácteos con los niveles más altos de lactosa incluyen leche y helado. El yogur y los quesos, especialmente los quesos duros, contienen cantidades mucho más bajas. Comer pequeñas cantidades de estos productos, especialmente con otros productos sin lactosa, puede ayudar a reducir los síntomas. Se encuentran disponibles productos con lactosa reducida, como la leche con lactosa reducida. A menudo se aconseja a los pacientes que no eliminen por completo los productos lácteos, ya que son fuentes importantes de calcio y vitamina D.
Otra opción son las píldoras de reemplazo de lactasa, que se toman inmediatamente antes de consumir productos lácteos. Estos ayudan al intestino a descomponer la lactosa, lo que permite una mejor absorción.
La adaptación del colon es un tratamiento que los investigadores están explorando actualmente. Se le indica al paciente que introduzca lentamente más y más lactosa en la dieta. Aunque la producción de lactasa del cuerpo no aumentará, el intestino puede ser más tolerante a la lactosa modificando su microbioma.
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