miércoles, 2 de octubre de 2019

Curr Atheroscler Rep. IntraMed. Resistencia a la insulina, diabetes y riesgo cardiovascular.

El vínculo entre los factores ambientales, obesidad y disglucemia indica que la progresión a la diabetes ocurre a lo largo de un "continuo", no necesariamente lineal, que involucra diferentes mecanismos celulares.

Autor: Francesco Paneni, Sarah Costantino y Francesco Cosentino Fuente: Curr Atheroscler Rep (2014) 16:419 

En todo el mundo, al menos 2,8 millones de personas mueren cada año debido a complicaciones de sobrepeso u obesidad. El aumento del peso corporal conduce a efectos metabólicos adversos sobre la presión arterial, el colesterol, los triglicéridos y la sensibilidad a la insulina.
El riesgo de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular isquémico y diabetes mellitus tipo 2 (DM2) aumenta constantemente con el aumento de la circunferencia de la cintura, una característica importante de la intolerancia a la glucosa.
La prevalencia mundial de obesidad casi se duplicó entre 1980 y 2008. En 2008, el 10% de los hombres y el 14% de las mujeres eran obesos, en comparación con el 5% de los hombres y el 8% de las mujeres en 1980. La obesidad y la resistencia a la insulina (IR) predisponen fuertemente a un individuo a la DM2 con un aumento progresivo de los niveles de glucosa en ayunas.
La IR es una característica importante de la DM2 y se desarrolla en múltiples órganos, incluidos el músculo esquelético, el hígado, el tejido adiposo y el corazón. La aparición de hiperglucemia y diabetes suele estar precedida por muchos años de IR. La obesidad juega un papel fundamental en este fenómeno, proporcionando un vínculo importante entre la acumulación de grasa y la DM2.

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