miércoles, 27 de marzo de 2019

SEFAP. Medicamentos con actividad anticolinérgica: decálogo para una prescripción prudente.

Un médico de familia nos consulta porque Manuela, una paciente desplazada polimedicada de 74 años, presenta olvidos y caídas frecuentes y él sospecha del posible origen farmacológico. En el Centro de Atención Primaria del que procedía Manuela habían iniciado el proceso diagnóstico de una demencia, con derivación a neurología. Entre los antecedentes de interés destacan dos accidentes vasculares cerebrales, diabetes, depresión, incontinencia urinaria e insomnio. Por lo que actualmente está en tratamiento con: tolterodina, paroxetina, metformina, clorazepato dipotásico, simvastatina, AAS, omeprazol, loperamida y plantago ovata.
En 2015 una entrada de este blog recordaba la importancia de valorar individualmente la necesidad de tratamiento con fármacos con actividad anticolinérgica. Tres años después, éste continúa siendo un tema de candente actualidad.
Cuando hablamos de fármacos con actividad anticolinérgica asociada, que puede ser considerada de alta o baja intensidad, nos referimos a un conjunto de principios activos utilizados para una gran variedad de situaciones clínicas. A modo de resumen, los recogemos en la siguiente tabla:

Grupo farmacológico
Principios activos
Actividad anticolinérgica
Antihistamínicos Antagonistas del receptor H1, primera generación: bromfeniramina, dimenhidrinato, meclozina, difenhidramina, hidroxizina, dexclorfeniramina, doxilamina, ciproheptadina, doxepina, clorfenamina, mepiramina, entre otros ALTA
Antagonistas del receptor H1, segunda generación: fexofenadina, cetirizina, loratadina, alimemazina, desloratadina, levocetirizina, entre otros BAJA
Antiparkinsonianos Prociclidina, biperideno ALTA
Bromocriptina, entacapona, amantadina BAJA
Analgésicos Opioides: codeína, fentanilo, morfina, oxicodona, tramadol, metadona, meperidina BAJA
Antimuscarínicos urinarios Flavoxato, oxibutinina, propiverina, solifenacina, tolterodina, trospio, fesoterodina ALTA
Antimuscarínicos espasmolíticos Atropina, butilescopolamina, dicicloverina, escopolamina, alcaloides derivados de la belladona ALTA
Broncodilatadores inhalados antimuscarínicos Ipratropio, tiotropio ALTA (efecto local)
Antimuscarínicos oftálmicos Atropina, ciclopentolato ALTA (efecto local)
Agentes cardiovasculares Disopiramida BAJA
Agentes gastrointestinales Antieméticos: meclozina, prometazina, escopolamina ALTA
Domperidona, loperamida BAJA
Antagonistas del receptor H2: ranitidina, cimetidina, famotidina BAJA
Relajantes musculares Tizanidina ALTA
Baclofeno, ciclobenzaprina, metocarbamol BAJA
Psicótropos Antipsicóticos de 1ª generación: clorpromazina, flufenazina, levomepromazina, loxapina ALTA
Antipsicóticos de 1ª generación: haloperidol, perfenazina, pimozida BAJA
Antipsicóticos de 2ª generación: clozapina ALTA
Antipsicóticos de 2ª generación: olanzapina, quetiapina, risperidona BAJA
Benzodiacepinas: clordiazepóxido, diazepam, triazolam, clonazepam BAJA
ISRS: citalopram, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina* BAJA
Antidepresivos tricíclicos: amitriptilina, clomipramina, doxepina, imipramina, nortriptilina, trimipramina ALTA
Otros antidepresivos: trazodona, mirtazapina BAJA
Anticonvulsivantes Carbamazepina, oxcarbazepina BAJA
Miscelanea Litio, ciproheptadina, ketorolaco, teofilina BAJA
* Clasificada como actividad anticolinérgica moderada o elevada en algunas referencias. Se recomienda evitar en gente mayor. Modificada de Butlletí d’Informació terapèutica
Los efectos adversos anticolinérgicos se producen a nivel periférico (sequedad de boca, ocular y cutánea, estreñimiento, retención urinaria, problemas para acomodar la visión, entre otros) y a nivel central, lo que parece que podría afectar a la cognición, la funcionalidad, aumentar el riesgo de caídas, de demencia e incluso de mortalidad.

¿Quieres conocer 10 recomendaciones para mejorar la prescripción y seguridad en el uso de estos medicamentos?

  1. Pregunta activamente al paciente por toda la medicación que toma. Incluyendo la automedicación, ya que muchos de los fármacos con actividad anticolinérgica, como por ejemplo la doxilamina (Dormidina®), no se prescriben/dispensan con receta a cargo del Sistema Nacional de Salud.
  2. Valora la carga anticolinérgica global del paciente teniendo en cuenta todos los medicamentos y la dosis de los mismos.
  3. PRIORIZA SIEMPRE las medidas no farmacológicas.
  4. Minimiza la prescripción de medicamentos con acción anticolinérgica, en particular los de alta potencia. Especialmente en pacientes de edad avanzada, frágiles o complejos y/o polimedicados. En la tabla que figura a continuación se recogen algunas recomendaciones al respecto:
Medicamentos Recomendaciones Estrategia de retirada
Anticolinérgicos urinarios Evitar y/o desprescribir. Medicamentos con una eficacia cuestionable. Inapropiados en gente mayor por sus efectos adversos. No es necesaria una retirada gradual.
Antihistamínicos Evitar los antihistamínicos con potencia anticolinérgica alta. En tratamientos agudos de reacciones alérgicas graves valorar preferentemente el uso de loratadina o cetirizina y alternativamente fexofenadina. Priorizar las medidas no farmacológicas en problemas dermatológicos. No es necesaria una retirada gradual.
Antidepresivos Evitar el uso de antidepresivos tricíclicos. Evitar paroxetina y fluoxetina en gente mayor. En estos casos son de elección sertralina y citalopram. Reducir la dosis progresivamente en un mínimo de 4 semanas. En tratamientos a largo plazo la reducción ha de ser más lenta y puede llegar a los 6 meses.
Benzodiacepinas Evitar el uso en pacientes de edad avanzada. Utilizar benzodiacepinas de acción corta o intermedia e iniciar el tratamiento a dosis bajas, limitando la duración del tratamiento. Disminuir la dosis total diaria entre 10-25% en intervalos de aproximadamente 2-3 semanas. Valorar el cambio a una benzodiacepina de acción larga.
Analgésicos Evitar los analgésicos opioides y en particular el tramadol. Reducción de la dosis diaria de un 5-10% cada 1-4 semanas.

  1. En el caso que no sea posible cambiar de principio activo/grupo terapéutico reduce la dosis, la frecuencia y/o la duración del tratamiento. Eso minimizará la carga anticolinérgica que lleva el paciente.
  2. Considera la medicación como un factor de riesgo en la valoración multifactorial del riesgo de caídas.
  3. Ante un paciente que presenta signos de deterioro cognitivo no asumas directamente que se trata de un proceso neurodegenerativo. Revisa primero la carga anticolinèrgica.
  4. En los pacientes con diagnóstico de demencia, identifica y minimiza los medicamentos que pueden afectar negativamente a la función cognitiva.
  5. Evita el uso concomitante de un inhibidor de la acetilcolinesterasa (IACE: donepezilo, rivastigmina o galantamina) con un medicamento con actividad anticolinérgica.  Estos dos grupos terapéuticos presentan acciones antagónicas por lo que disminuiría, la ya de por sí modesta, eficacia de los IACE.
  6. Revisa periódicamente la presencia y tolerancia de efectos adversos anticolinérgicos, retirando aquellos fármacos que no se consideran esenciales en el manejo de la situación clínica del paciente.
Estas acciones se deben priorizar especialmente en pacientes de edad avanzada (como  en el caso presentado), frágiles y polimedicados. También conviene revisar los medicamentos con balance beneficio-riesgo poco favorable, como por ejemplo los anticolinérgicos urinarios, aquellos que no se consideran adecuados en el paciente geriátrico (por ejemplo las benzodiazepinas) y en los que se dispone de medicamentos más seguros dentro del mismo grupo farmacológico como pueden ser el citalopram o sertralina respecto paroxetina o fluoxetina.
En el caso de Manuela, se hizo una valoración clínica de la paciente y una evaluación de la carga anticolinérgica asociada. Tras la revisión de la medicación se consideró oportuno la retirada de tolterodina por su modesto beneficio clínico, paroxetina y loperamida por no estar indicadas y se disminuyó la dosis del clorazepato al no ser posible la retirada completa. Esta intervención condujo a la remisión de los síntomas anticolinérgicos (entre ellos el estreñimiento secundario por el cual la paciente estaba siendo tratada con plantago ovata) permitiendo incluso descartar la demencia.
Entrada elaborada por Àngels Pellicer y Gemma Rodríguez. Farmacéuticas de Atención Primaria. Institut Català de la Salut
Entrada basada en el BIT carga anticolinérgica: ¡pensemos en ella! y en la presentación con el mismo nombre a la que se puede acceder desde el Slideshare de CedimCat.

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