miércoles, 30 de enero de 2019

Portal del Medicamento. Manejo del control del asma infantil

El objetivo del manejo del asma reside en el control de la enfermedad (BTS/SIGN 2016), que se basa en:
  • No presentar síntomas diurnos
  • No tener despertares nocturnos
  • No necesitar medicación de rescate
  • No aparición de crisis de asma
  • No presentar limitaciones en la actividad, incluyendo el ejercicio
  • Función pulmonar normal (FEV1 > 80%)
  • Mínimos efectos secundarios con la medicación

En el manejo del tratamiento del asma, debe contemplarse:
  1. Iniciar el tratamiento de acuerdo al nivel de gravedad.
  2. Alcanzar un control precoz.
  3. Mantener el control:
    • Incrementar el tratamiento cuando sea necesario
    • Disminuir el tratamiento cuando el control sea aceptable.
    • Antes de iniciar la terapia con un nuevo fármaco, debe comprobarse la adherencia con las terapias existentes, la técnica inhalatoria y eliminar los factores desencadenantes.



Tratamiento no farmacológico

  • Los padres fumadores con niños asmáticos deben abandonar el tabaco.
  • Se aconsejan intervenciones de pérdida de peso (dieta y ejercicios) en niños asmáticos obesos o con sobrepeso para mejorar el control del asma.
  • Se aconseja la realización de ejercicios respiratorios (incluyendo ejercicios de fisioterapia) en niños con asma como adyuvante al tratamiento farmacológico para mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas.

Tratamiento farmacológico


Los glucocorticoides inhalados (GCI) constituyen la primera línea de tratamiento, dado que la eficacia de los GCI está contrastada, con mejoría de los parámetros clínicos, funcionales y de inflamación bronquial, de la calidad de vida, reducción del riesgo de exacerbaciones y de las hospitalizaciones. Tienen mejor respuesta los lactantes y preescolares tratados con GCI que presenten factores de riesgo para desarrollar un asma persistente (Indice Predictivo de Asma-IPA-), con menos episodios de asma/sibilancias. Sin embargo, se sabe que tanto el tratamiento con GCI continuo como el intermitente no modifican la historia natural de la enfermedad. Los GCI son fármacos seguros para el tratamiento del asma en los niños, aunque la talla final de estos niños tratados con GCI durante un periodo prolongado es menor, siendo este efecto dosis-dependiente. (GEMA 2017).

Dosis equipotentes de los GCI más utilizados habitualmente en los niños (µg/día)
Imagen1
Fuente: GEMA 2017. * Inhalador presurizado, utilizado con cámara espaciadora

Los antileucotrienos tienen eficacia demostrada en el control del asma infantil, sobre todo por su buen cumplimiento terapéutico; presenta menor efecto antiinflamatorio y eficacia que los GCI, pero son una opción adecuada sobre todo en niños atópicos < 3 años, ya que se reduce el número de episodios, mejora la función pulmonar y disminuye el óxido nítrico exhalado. La asociación con GCI mejora el control de los síntomas, permitiendo no incrementar la dosis de los GCI. Pueden reducir el número de exacerbaciones inducidas por virus en niños con asma intermitente. Son muy eficaces para prevenir la broncoconstricción inducida por el ejercicio en niños de 6-18 años (GEMA 2017). En <5 años constituyen una buena alternativa cuando no se puedan administrar GCI (BTS/SIGN 2016) .

La asociación de beta-2 adrenérgicos de acción larga (LABA) y GCI solo está autorizada por encima de los 4 años de edad: GEMA 2017 lo recomienda en > 3 años (en < 3 años lo recomienda como un tratamiento alternativo, pero está fuera de indicación) y la BTS/SIGN 2016 solo a partir de los 5 años. Nunca se deben administrar los LABA en monoterapia; si se administran deben ir asociados a GCI (GEMA 2017). GINA no recomienda esta asociación, ya que no hay suficientes datos de eficacia y seguridad de la combinación GCI/LABA en estos grupos de edad, como para recomendar su uso (GINA 2018).

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