El abordaje del dolor crónico no
oncológico (DCNO) es complejo y comprende estrategias farmacológicas,
como los opioides, y no farmacológicas. Con frecuencia coexiste con
otras comorbilidades, como la depresión mayor o la ansiedad, y requiere
un enfoque multidisciplinar y un tratamiento individualizado.
En los últimos años se ha producido un acusado incremento en la prescripción global de opioides (Opioides, del poco uso…al abuso, 2017). Según el informe de la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios (AEMPS)
el consumo de opioides en España ha pasado de 7,25 DHD en el año 2008 a
13,31 DHD en el año 2015, lo que supone un incremento del 83,59%. En
Castilla y León, el consumo casi se ha triplicado en los últimos diez
años, pasando de 6,59 DHD en 2008 a 17,41 DHD en 2017 (Sacylprescribe opioides, 2017).
No se sabe con certeza en qué tipo
de dolor se están utilizando los opioides mayores, pero el análisis de
las prescripciones sugiere que su uso en DCNO es muy significativo.
Aunque en España carecemos de una estimación precisa, algunos estudios
apuntan que se usa en el 34% de pacientes con DCNO. En 2016, de todas
las prescripciones realizadas en los hospitales de Castilla y León, el
37% fueron de oncología y hematología y el resto (63%) se repartió entre
anestesia, traumatología y rehabilitación, medicina interna y
urgencias.
El empleo de opioides mayores en
DCNO a largo plazo es controvertido y la evidencia disponible escasa. No
está claro el beneficio a largo plazo en el alivio del dolor, en la
funcionalidad o en la calidad de vida. Hay que aceptar que hay
pacientes que fracasan; que sufren efectos adversos graves y que,
aunque la prescripción haya sido correcta, es posible un uso inadecuado.
Los opioides, manejados de forma
correcta, pueden ser muy eficaces en algunos tipos de DCNO. Sin embargo,
su empleo a dosis altas durante periodos prolongados, especialmente en
poblaciones vulnerables, conlleva un alto riesgo de dependencia, abuso,
adicción, uso indebido y conductas aberrantes. Para fomentar el buen
uso de opioides, el Ministerio de Sanidad publicó en 2015 "Prácticas seguras para el uso de opioides en pacientes con dolor crónico" y más recientemente, en 2017 en el Plan Nacional Sobre Drogas, una Guía de consenso para el buen uso de los analgésicos opioides.
Un estudio realizado en la
Comunidad Valenciana ha identificado que el 46% de los pacientes con
DCNO (N=229) tratados con opioides durante más de 3 meses, eran
dependientes de opioide según la DSM-IV-TR (cumplían 3 o más criterios).
Las principales indicaciones fueron: trastornos relacionados con el
dolor de espalda (56%), piernas (15%) y cuello u hombros (12%). La tasa
de dependencia aumentó con la combinación de opioides y la duración del
tratamiento, lo que pone en duda su beneficio en DCNO a largo plazo (Coloma-Carmona Rev Clin esp 2017).
Los datos anteriores son
alarmantes e invitan a reflexionar sobre la idoneidad de la prescripción
de estos fármacos. La selección actual de opioides en el DCNO no es la
más adecuada, las dosis son demasiado altas y la duración de los
tratamientos demasiado larga. A continuación, se proponen 9 pasos o
recomendaciones que es necesario plantearse antes y durante la
prescripción de opioides para optimizar su uso en pacientes con DCNO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario