Os presentamos a continuación en este post un breve resumen y selección
de comunicaciones destacadas en el reciente congreso de la ADA. Algunos los hemos comentados aquí como los resultados Bright Study de insulina Glargina U300 vs insulina Degludec y son objeto de otros post ya previamente publicados en este mismo blog.
Distintas presentaciones versaron sobre la Diabetes
tipo 2 en jóvenes. Así la Dra. Saydah, nos mostró datos epidemiológicos
de la cohorte SEARCH americana que nos muestran que las complicaciones
son superiores y más graves en estos pacientes DM2 jóvenes que incluso
en los DM tipo 11. El particular, el riesgo de mortalidad se incrementa significativamente para aquellos en la franja comprendida entre los 12 y 40 años de edad 2.
De manera complementaria se presentaron los
resultados del estudio RISE 3 (Restoring Insulin Secretion). En él se
intentó objetivar si se puede revertir el deterioro de la célula beta
tanto en adoslescentes prediabéticos como en DM2 de reciente
diagnóstico, dando tratamiento con metformina sola o bien con insulina
glargina 3 meses seguida de la metformina 6 meses. Se concluyó que
ambas estrategias resultan ineficaces. Estos resultados ponen en
entredicho la estrategia observada en el DPP (que era en adultos) de
usar estos medicamentos, sobretodo si se busca la finalidad de revertir
la enfermedad.
Unos de los debates más aplaudidos de este congreso fue el llevado a
cabo bajo el título “Metformin: Still First-Line Therapy in T2DM?” entre
las Dra. V. Aroda (a favor) y la Dra.A. Cheng (en contra). Aroda nos
recordó el beneficio macrocardiovascular observado en el UKPDS-34, el
HOME study y el SPREAD-DIMCAD study. También subrayó que todos los
ensayos que evalúan eventos cardiovasculares han sido controlados con
placebo (no cara a cara), partiendo de una base con metformina y en
prevención secundaria. Tampoco en CANVAS se observó beneficio en
aquellos sin enfermedad cardiovascular dijo. Para rematar el asunto
concluyó que nada puede superar el coste de 4$/mes.
La Dra Cheng, argumentó su posicionamineto en que la metformina no actúa
sobre vías fisiopatológicas de la diabetes clave, no mejora parámetros
metabólicos que otros agentes sí pueden (peso, tensión, lípidos), no
mejora eventos microvasculares (renales), no mejora eventos macro (con
una evidencia tan sólida como empa, lira, cana y sema) ni mortalidad por
cualquier causa.
La Dra L.Perreault hizo una excelente presentación oral, en la que
lanzaba la idea en que la clave puede que se encuentre en prevenir la
Diabetes más que tratar la Prediabetes. Nos recordó que la prediabetes
se asocia con complicaciones microvasculares a largo plazo aun no
teniendo el paciente nunca Diabetes. Destacó la sólida evidencia que existe con bariátrica en términos de prevención de diabetes (NNT=4,6 en el estudio SOS de Carlsson4) y de complicaciones microvasculares.
H. Gerstein comunicó los resultados a 15 años del conocido estudio VADT en población DM2; así, el llamado VADT-F5 (de Follow-up) no
demuestra efecto legado con el tratamiento intensivo. A diferencia de
los resultados obtenidos a 10 años que sí sugirieron un efecto
beneficioso en la reducción de eventos macrovasculares, parecería que
esta “memoria metabólica” desaparece posteriormente.
Se
presentaron también en esta edición de la ADA los primeros resultados de
un ensayo fase 3 con un aGLP1 oral, el PIONEER-1 con Semaglutida oral6.
Tanto en glicada como en peso, los resultados fueron estadísticamente
significativos para dosis de 14 mg al día, obteniéndose reducciones de
1,5% y 4,3 kg respectivamente a las 26 semanas y comparadas con placebo.
M. Abdul Ghani nos mostró el seguimiento a 6 años del
estudio EDICT7, dónde sigue viéndose superioridad estadísticamente
significativa de la estrategia Metformina/Pioglitazona/Exenatida (triple
terapia de inicio) versus estrategia.secuencial de
Metfiormina+Sulfonilurea+Insulina Basal (Disminución HbA1c 5,8% vs.
6,7%, p inferior a 0,001).
En las
sesiones de pósters se comunicó uno de los últimos ensayos con
Sitagliptina, el CompoSIT-R8 antes de que esta molécula pierda su
patente. En este ensayo aleatorizado cara a cara versus
dapagliflozina y en pacientes con enfermedad renal grado 2 (FG entre 60 y
90 ml/min) y de edad media 67 años, Sitagliptina 100 mg mostró mayor
reducción de HbA1c que dapagliflozina 10 mg de manera significativa a
las 24 semanas (reducción de HbA1c -0.51% vs -0.36%, P=0,006).
Dapagliflozina se asoció a mayor reducción de sistólica y peso pero
mayor incidencia de infecciones genitales micóticas. Ambos medicamentos
mostraron un buen perfil de tolerabilidad.
Se mostraron
también los resultados en vida real y cara a cara de 3 Monitores
continuos de glucosa (CGM) en pacientes DM1; el nuevo y recientemente
aprobado en EEUU sensor implantable con una duración de 90 días
Eversense9 de Senseonics® se mostró superior frente al Dexcom ® G5
que a su vez fue más preciso que el Abott Freestyle Libre Pro ® (no la
versión para pacientes que conocemos). Sin embargo a diferencia de los 2
primeros, el Freestyle Libre no precisa calibraciones. Todos ellos
tienden a funcionar peor en el rango de las hipoglucemias.
En esta edición se presentó, después de 3 años, el borrador del nuevo consenso de la ADA/EASD10 para el manejo terapéutico de la diabetes tipo 2. El
definitivo (aunque no se esperan cambios relevantes) se dará a conocer
el próximo 5 de octubre. Se prioriza la individualización del objetivo
glucémico teniendo en cuenta las comorbilidades del paciente, sobretodo
los antecedentes cardiovasculares (enfermedad aterosclerótica e
insuficiencia cardíaca), la predisposición a padecer hipoglucemias y la
obesidad. La metformina y los cambios en los estilos de vida siguen
estando en el primer escalón, pero seguidamente a partir de la segunda
línea de tratamiento tanto los aGLP1 como los iSGLT2 cobran un papel
mucho más relevante. También se explicita de una manera más clara qué
medicaciones deben pararse a medida que intensificamos el tratamiento
hipoglucemiante.
Gabriel Cuatrecasas
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