Hace cinco años se creó un proyecto de Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas,
enmarcado en las actividades de la Red Española de Agencias de
Evaluación de Tecnologías Sanitarias, cuya pretensión principal
consistía en disminuir las intervenciones sanitarias innecesarias y
evitar las no eficaces o de dudosa efectividad, no coste-efectivas o no
prioritarias, buscar el beneficio del paciente, reducir la iatrogenia y
variabilidad y optimizar la eficiencia en el sistema sanitario.
La iniciativa surgió de la
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que en colaboración con el
Ministerio de Sanidad y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud,
acordaron establecer una serie de recomendaciones de no hacer basadas en la evidencia científica, de forma semejante a dos iniciativas de referencia internacional: The Choosing Wisely, estadounidense y el "Do not do" Recommendations, del NICE británico.
España se sumó a esta iniciativa
con un gran consenso profesional; 48 sociedades científicas, la inmensa
mayoría médicas, firmaron un compromiso de no hacer en medicina que se reflejó en cinco recomendaciones por cada sociedad.
Se han producido cuatro ciclos de recomendaciones (en 2013, en 2014, en 2016 y, el más reciente, en 2018), en los que prácticamente cuarenta sociedades han establecido casi 200 recomendaciones del no hacer.
Las últimas sociedades que mostraron sus recomendaciones han incorporado las siguientes, relacionadas con medicamentos y dietoterápicos:
- No administrar plasma o concentrados de complejo de protrombina en una situación de no emergencia para revertir a los antagonistas de la vitamina K.
- No continuar con antibióticos más de 24-48 horas en pacientes hospitalizados, a menos que haya evidencia clara de infección.
- No utilizar la descontaminación nasal con agentes antimicrobianos tópicos destinados a eliminar el Staphylococcus aureus y rutinariamente para reducir el riesgo de infección del sitio quirúrgico, ante procedimientos ni cardiacos, ni ortopédicos.
- No usar dietas nutricionalmente restrictivas en los pacientes hospitalizados si no es estrictamente necesario.
- No usar nutrición parenteral en pacientes en los que el aparato digestivo funciona adecuadamente y es accesible por vía oral o enteral.
- No retrasar más de 48 horas el inicio de nutrición enteral en pacientes críticos estables hemodinámicamente en que no haya expectativa de ingesta oral en 3-5 días.
- No usar la vitamina B6, vitamina B12, ácido fólico o suplementos en personas con demencia para la prevención o tratamiento del deterioro cognitivo cuando no hay ninguna indicación o deficiencia.
- No utilizar dietas enterales enriquecidas con arginina en pacientes con sepsis grave (shock o fracaso multiorgánico).
- No utilizar de forma rutinaria povidona yodada en niños menores de dos años, especialmente en recién nacidos menores de un mes.
- No aplicar de manera habitual povidona yodada para limpiar las heridas crónicas salvo cuando se precise disminuir la carga bacteriana.
- No utilizar apósitos de plata para prevenir la infección de lesiones cutáneas ni en heridas sin signos claros de infección local.
En el próximo año se unirán al
proyecto las siguientes sociedades: Angiología y Cirugía Vascular,
Cirugía Plástica, Cirugía Torácica, Citología, Infecciosas,
Microbiología, Ginecología, Neurocirugía, Oftalmología,
Otorrinolaringología, Salud Pública y Administraciones Sanitarias y la
Unión de Sociedades Científicas de Enfermería.
La Farmacia Hospitalaria también quiere pronunciarse en términos de no hacer
En una monografía publicada en 2017 de Farmacia Hospitalaria y Atención Primaria, "No hacer", una visión desde la Farmacia Hospitalaria, se recogen 10 propuestas
que se sometieron a votación y orden de prioridad; de estas, 5 fueron
las más votadas y se ha incluido una sexta que, aunque obtuvo menos
votos, fue considerada como primera prioridad en muchas de las
ocasiones:
- No debemos seguir utilizando medicamentos de eficacia clínica incierta, alto impacto económico o problemas de seguridad sin promover estudios de resultados en salud.
- No dejar que medicamentos de alto riesgo relacionados con la seguridad del paciente, o medicamentos peligrosos, se utilicen en el hospital sin ser elaborados o protocolizados en los servicios de farmacia.
- Dejar de considerar el tratamiento agudo hospitalario y el crónico del paciente de forma separada, revisando el tratamiento crónico al alta hospitalaria.
- No dispensar la medicación a los pacientes externos/ambulantes sin una correcta información y atención farmacéutica que aseguren la adherencia.
- Dejar de controlar los procesos relacionados con el medicamento de forma manual. Implantar el uso de la tecnología en la protocolización, la validación, la preparación y la dispensación de medicamentos.
- Dejar de valorar y validar un tratamiento farmacológico sin tener acceso a los datos clínicos y analíticos del paciente.
Además, en el documento se abordan recomendaciones de no hacer en las siguientes áreas concretas: en terapia oncológica; en paciente crónico complejo y en urgencias para farmacia hospitalaria.
Otras recomendaciones de no hacer
La página web dianasalud.com, un buscador de recomendaciones "no hacer", también llamadas "right care", recoge iniciativas para analizar la adecuación en salud; algunas de ellas son:
Choosing Wisely Italy. Doing more does not mean doing better (Fare di più non significa fare meglio)
Comentario elaborado por Mª Rosa Miranda Hidalgo
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