Si en un día cualquiera llega un paciente con un “flemón”, casi
seguro que nuestro primer pensamiento será que esta consulta va a ser
fácil y breve. Y lo mismo cuando acude un paciente sin cita que pide ser
atendido por una odontalgia.
Casi sin darnos cuenta el paciente saldrá de nuestra consulta muy
probablemente con la prescripción de un antibiótico y de un
antinflamatorio.
Otras veces, el paciente o un familiar nos piden la receta que le ha
recomendado su dentista. Y volvemos a la casilla de salida: un
antibiótico y probablemente un antiinflamatorio.
¿Tan fácil? ¿Así de fácil? No puede ser verdad. Y no lo es.
https://farmacoskm0.wordpress.com/2018/03/20/tengo-que-dar-antibioticos/
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