Los pulsioxímetros son dispositivos ópticos
que permiten conocer la saturación de oxígeno de la hemoglobina en la sangre.
Actualmente,
gracias al carácter no invasivo, a la alta fiabilidad y a la
disponibilidad de los pulsioxímetros, la saturación de oxígeno constituye,
junto a otros signos vitales, un parámetro esencial en la evaluación clínica
del paciente.
Puesto que las sondas del pulsioxímetro se
colocan con mayor frecuencia sobre las uñas de los dedos, tradicionalmente se
ha sostenido que el esmalte de uñas puede absorber la luz emitida por los
aparatos e interferir en la detección y medida de la hemoglobina oxigenada. Por
ello, durante el examen clínico del paciente, el esmalte de uñas se elimina de
forma rutinaria para la valoración de la saturación de oxígeno.
Sin embargo, el proceso, en
apariencia sencillo, de eliminación del
esmalte de uñas previo a la determinación de la saturación de oxígeno puede
generar algunos problemas, especialmente en situaciones de emergencia
indemorable, ante la negativa del paciente o cuando no hay disponibilidad de
quitaesmalte (especialmente cuando son lacas de uñas permanentes o de gel).
Entonces puede surgirnos una interesante pregunta: ¿podríamos emplear los pulsioxímetros sobre uñas esmaltadas? ¿Sería
válida la lectura de los resultados bajo esas circunstancias?
Una revisión sistemática de la
literatura tuvo como objetivo recopilar todos los ensayos realizados para
resolver esta pregunta. La revisión se
realizó sobre 12 publicaciones, todas ellas basadas en ensayos clínicos no
aleatorizados, con tamaños muestrales comprendidos entre 5 y 80 participantes.
La metodología de los experimentos
realizados se fundamentó en el examen de las diferencias en los valores de
saturación obtenidos mediante pulsioximetría antes y después de pintar las uñas
de varios dedos con distintos colores de esmalte o bien comparando las
mediciones captadas en los dedos con las uñas pintadas y uñas sin pintar a modo
de control en voluntarios sanos o con hipoxemia leve o pacientes con enfermedad
pulmonar obstructiva crónica.
Excepto en dos estudios, el
esmalte de uñas produjo una reducción estadísticamente significativa de la saturación
en al menos un color. Sin embargo, y salvo en casos puntuales, las diferencias
detectadas fueron siempre inferiores al 2%, es decir, dentro de los márgenes de
error estándar de los pulsioxímetros empleados y sin relevancia para la práctica
clínica.
Si bien se observó una tendencia
generalizada de los colores más oscuros a distorsionar el valor de la
saturación, no se obtuvieron diferencias significativas entre los colores de
cosmético ni en función de las capas de esmalte aplicadas.
Por otro lado, se apreciaron algunas
diferencias en las lecturas según el modelo de pulsioxímetro empleado: los
aparatos más sencillos o más antiguos presentaron con mayor frecuencia
diferencias significativas entre las mediciones realizadas sobre uñas con y sin
esmalte. No obstante, esas distorsiones fueron siempre inferiores al 2%.
La pregunta que puede surgir tras
estos resultados clínicos tan contraintuitivos es si estos hallazgos son
explicables desde el punto de vista físico.
Pues bien, haciendo una síntesis
sobre el funcionamiento de los pulsioxímetros nos encontramos con que un
dispositivo genérico dispone de dos tipos de emisores LED, uno rojo y otro
infrarrojo, y de uno o varios sensores
El principio de funcionamiento del pulsioxímetro radica en las
diferencias en la absorción de la luz de la oxihemoglobina y la
desoxihemoglobina en distintas longitudes de onda. Para establecer una
correlación entre los niveles de absorción y la saturación se analiza el ratio
de absorción de la señal en las dos longitudes de onda.
Con el objeto de solamente medir
la absorción de luz relativa a la sangre arterial, el pulsioxímetro analiza la
señal del flujo pulsátil, que es lo que denominamos Componente Alterna (AC) y
supone únicamente el 5% de la intensidad de la señal. De esta manera, es
posible eliminar el artefactado de los Componentes Continuos (DC) no
pulsátiles, como la sangre venosa, los tejidos o el esmalte de uñas (Figura 2).
Sin embargo, es preciso tener en
cuenta que el coeficiente de absorción del esmalte de uñas, sobre todo en colores oscuros (más opacos a la luz del
led), puede disminuir la intensidad de la señal y afectar al rendimiento del
pulsioxímetro. Este hecho, unido a que la Componente Alterna ya representa
en condiciones normales solamente un 5% de la señal, podría inutilizar el
aparato (especialmente si no es de alta calidad).
Cabría
concluir que existe cierta variabilidad
de los efectos del esmalte de uñas en la lectura de la saturación en función
del modelo de pulsioxímetro y de las características propias del cosmético
utilizado. Con respecto a este aspecto es preciso tener claro que los
pulsioxímetros de uso clínico deben cumplir una serie de normativas europeas de calidad para poder emplear sus resultados como
criterios diagnósticos, como la Directiva Europea relativa a los productos
sanitarios 93/42/CE y la norma UNE-EN ISO 80601-2-61:2011 (requisitos
particulares para la seguridad básica y características de funcionamiento
esenciales de pulsioxímetros para uso médico), condiciones que no cumplen la mayoría de los dispositivos de bajo coste de
fabricación china, cada vez más populares en el ámbito sanitario.
Finalmente,
a pesar de que el esmalte de uñas puede
producir una sutil alteración de los valores de saturación de oxígeno, estas
variaciones no resultan clínicamente relevantes y se presentan dentro del
rango de error estándar de precisión de los pulsioxímetros actuales homologados
para uso clínico.
Autor: Sendoa Ballesteros
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