La gripe constituye un importante
problema de salud pública. Las epidemias estacionales anuales de gripe
están asociadas a una importante tasa de ingresos hospitalarios y
mortalidad, así como a una considerable demanda de recursos en salud. La
medida de control considerada más eficaz frente a la gripe es la vacunación anual de determinados grupos de población considerados de alto riesgo de padecer complicaciones asociadas a gripe y de quienes puedan transmitírselas a estos. La vacunación es la forma más efectiva para prevenir la infección, la enfermedad y las complicaciones derivadas de la misma.
En Castilla y León la vacunación frente a la gripe está recomendada en:
-
Personas a partir de 60 años
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Menores de 60 años y niños mayores de 6 meses de edad con alto riesgo de sufrir complicaciones derivadas de la gripe. Estas complicaciones se relacionan principalmente con diferentes patologías:
- > Enfermedades crónicas cardiovasculares (excepto hipertensión arterial aislada), neurológicas o pulmonares (incluida displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma).
- > Enfermedades metabólicas (incluida diabetes mellitus).
- > Obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes o ≥3 DS en la infancia).
- Insuficiencia renal.
- > Hemoglobinopatías y anemias.
- > Asplenia
- > Enfermedad hepática crónica.
- > Enfermedades neuromusculares graves
- > Inmunosupresión (incluida la originada por la infección por VIH, fármacos o en receptores de trasplantes).
- > Cáncer.
- > Implante coclear o en espera del mismo.
- > Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.
3. Así mismo, la vacuna está recomendada en:
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Niños y adolescentes con edades entre los 6 meses y los 18 años que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
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Embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
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Residentes en instituciones cerradas de cualquier edad a partir de 6 meses, que padezcan procesos crónicos.
-
Grupos de personas que presten servicios esenciales para la comunidad.
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Personas que trabajan o viven con pacientes de alto riesgo o que cuidan de ellos.
Tratamiento con antivirales frente al virus de la gripe
Dentro de los medicamentos llamados antivirales algunos se utilizan para tratar la gripe. La OMS recomienda el uso de los inhibidores de la neuraminidasa (IN) como tratamiento de primera línea
para aquellos pacientes que necesiten recibir antivirales con actividad
antigripal. Los antivirales inhibidores selectivos de la neuraminidasa,
oseltamivir y zanamivir, presentan actividad antiviral frente a los virus de la gripe A y B. El oseltamivir oral
es considerado el fármaco de primera línea a menos que exista
resistencia conocida entre los virus circulantes o el paciente presente
alteración en la reabsorción enteral. Los medicamentos antivirales pueden aliviar los síntomas.
Los antivirales no son un sustituto de la vacuna de la gripe.
El uso de los antivirales no debe afectar a la valoración de las
personas sobre la vacunación anual de la gripe. En caso de tener que
utilizar antivirales, hay que recordar que la protección frente a la
gripe solo se mantiene mientras se estén administrando. Los antivirales
pueden reducir el tiempo de la enfermedad en 1 o 2 días y prevenir complicaciones graves como la neumonía.
La administración de antivirales para el tratamiento de la gripe debe seguir las recomendaciones de las autoridades de Salud Pública,
de acuerdo con las características de cada situación y del riesgo de
enfermar. En cualquier caso, la administración de antivirales debe ir
asociada al correspondiente juicio clínico y valoración del riesgo.
Las dosis y pautas recomendadas para el tratamiento con oseltamivir y zanamivir se pueden consultar en las Fichas Técnicas en la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y en la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
La OMS,
a través de sus centros colaboradores, efectúa un seguimiento de la
sensibilidad de los virus gripales circulantes a los antivirales para
poder proporcionar orientaciones oportunas sobre su uso terapéutico y
quimioprofiláctico. En la toma de decisiones relativas a su utilización,
se deben tener en cuenta los datos disponibles acerca de las
características de los virus circulantes, de su concordancia con la
vacuna administrada y de los patrones de susceptibilidad de los fármacos
de la gripe en cada temporada y el impacto de la enfermedad en las
diferentes áreas geográficas y poblaciones de pacientes.
Como ya se ha comentado, los
antivirales inhibidores selectivos de la neuraminidasa, oseltamivir y
zanamivir, presentan actividad antiviral frente a los virus de la gripe A
y B. Los organismos internacionales, World Health Organization (WHO), the European Center for Disease Prevention and Control (ECDC), the US Centers for Disease Control (CDCs), and Public Health England (PHE), indican que el tratamiento antiviral se debe realizar cuanto antes, sin esperar confirmación del laboratorio, en las primeras 48 horas tras la aparición de los síntomas,
en pacientes con contagio confirmado o posible por el virus de la gripe
y en unas circunstancias determinadas, ya que se espera un beneficio
clínico, se puede acortar la duración de la fiebre, los síntomas de la
enfermedad, reducir el riesgo de sufrir complicaciones, el tiempo de las
hospitalizaciones y evitar la muerte.
Como recomendación general, los antivirales están indicados solo si han transcurrido menos de 48 horas desde el inicio de los síntomas, en personas
- que se encuentren hospitalizadas
-
que padezcan una enfermedad crónica o grave
-
que tengan un mayor riesgo de presentar complicaciones relacionadas con la gripe.
Uso de antivirales ante un brote en instituciones cerradas
El establecimiento de las medidas de control ante un brote
se debe adaptar a las características específicas del brote y serán
evaluadas por las autoridades de Salud Pública, en función de la
situación epidemiológica y del riesgo. Ante el conocimiento de un brote
se realizará la comunicación urgente del mismo, mediante llamada
telefónica, a las Autoridades de Salud Pública a través del Sistema de Alertas Epidemiológicas de Castilla y León: de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 horas llamando a la Sección de Epidemiología del Servicio Territorial de Sanidad de la provincia correspondiente y de lunes a viernes de 14.00 a 9.00 horas del día siguiente y sábados, domingos y festivos las 24 horas a través del teléfono 112.
Comentario elaborado por Mª Rosa Miranda Hidalgo y revisado por Judit Ceruelo Bermejo (Servicio de Prestación Farmacéutica de la Dirección Técnica de Asistencia Farmacéutica), Sonia Tamames Gómez y Socorro Fernández Arribas (Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública
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