Fuente: http://gestionclinicavarela.blogspot.com.es/2017/07/todo-para-el-paciente-sin-el-paciente.html
Hace treinta años, John Burnun, un internista de Tuscaloosa (Alabama), escribió un artículo en
el NEJM sobre la moda y la práctica clínica. Tenía poco más de sesenta
años y una larga experiencia clínica. Desde esta perspectiva, decía que
escapar de la moda a veces es muy difícil: "la moda es un enemigo
seductor y poderoso". Alguna vez he pensado si todo esto que estamos
haciendo en torno a la experiencia del paciente no es también una moda,
del mismo modo que la "medicina personalizada" o la fascinación por el big data también nos pueden hacer pensar en la idea de moda.
Muir Gray recupera la
idea de Thomas Kuhn de "cambios de paradigma" cuando habla de las
diferentes maneras de enfocar la calidad asistencial. Donabedian
insistía en la estructura, el proceso y el resultado (y también
insinuaba el papel de la calidad percibida). Para Cochrane, el paradigma
era la efectividad (y desde esta perspectiva se tomaban decisiones,
especialmente en lo referente a la distribución de recursos escasos).
Finalmente, el paradigma de la seguridad clínica parece que domina el
panorama de los últimos quince años. Naturalmente, no podemos hablar de
calidad en el marco de una organización insegura. Por otra parte,
también se puede decir que Donabedian, Cochrane o la seguridad clínica,
en el fondo, hablan de un problema idéntico analizado desde una cara u
otra del mismo prisma. Estas tres perspectivas tienen un denominador
común: todas ellas se pueden definir sin la participación del paciente.
Desde una perspectiva algo paternalista, incluso podríamos aceptar que
escuchan al paciente. Pero la definición de calidad técnica, de
efectividad o de seguridad se puede hacer perfectamente sin el paciente
(si se me permite, podríamos decir aquello de "todo por el paciente, sin
el paciente").
No hay comentarios:
Publicar un comentario