La toma de decisiones en la práctica clínica y la asistencia sanitaria,
tales como la solicitud de una prueba diagnóstica o un tratamiento,
debería estar apoyada por la mejor evidencia disponible. Para ello, se
suele recomendar tener en cuenta la información de todos los estudios
disponibles sobre una pregunta concreta, en lugar de considerar
aisladamente los resultados de un único estudio1; 2; 3 ; 4.
La síntesis de la evidencia a partir de revisiones sistemáticas y
metaanálisis utiliza métodos explícitos y rigurosos para identificar,
seleccionar, recopilar, evaluar críticamente y sintetizar los resultados
de todos los estudios existentes. Esto facilita la correcta
interpretación de los resultados de los estudios individuales en el
contexto de toda la evidencia disponible. También contribuye a la
traslación del conocimiento acortando la brecha existente entre la
investigación y la práctica clínica1; 2; 3 ; 4.
Sin embargo, planificar y elaborar una revisión sistemática exhaustiva y
transparente que informe la toma de decisiones implica tiempo y
recursos no siempre disponibles. Por ejemplo, se estima que una revisión
sistemática de calidad ejecutada por un equipo experimentado puede
suponer más de mil horas de trabajo (intervalo 216-2.518 h) distribuidas
a lo largo de al menos 1-2 años5; 6; 7 ; 8.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025775316307084?dgcid=raven_sd_via_email
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