Fuente: Evid Based Med
Las guías clínicas basadas en la
evidencia son una herramienta esencial para tomar decisiones en la
práctica clínica y en la política sanitaria. Sin embargo, en muchos
casos, hasta en un 50% no son fiables. Esto tiene enormes consecuencias
para la seguridad de los pacientes y el uso de recursos en salud. Un
artículo publicado este mes en Evid Based Med,
pretende concienciar sobre los límites de las guías clínicas analizando
las causas y consecuencias de los sesgos que más a menudo se producen.
Los autores señalan como factores intrínsecos que influyen en la calidad de las guías, los siguientes:
- Limitada y desequilibrada composición del panel de expertos, con exceso de especialistas a favor de los nuevos tratamientos e intervenciones de manera desproporcionada.
- Muchos paneles formados por expertos con prejuicios conocidos sobre lo que se va a evaluar.
- Falta de métodos de consenso adecuados.
- Métodos inconsistentes, opacos y demasiado simplificados para evaluar la evidencia y hacer recomendaciones claras y útiles.
- Incapacidad para considerar diferentes perspectivas de los pacientes como la morbilidad y cronicidad.
- Sesgo de publicación.
- Falta de actualización de la evidencia.
- Conflicto de intereses.
- Ausencia de procedimientos de revisión por pares y revisión externa por expertos independientes.
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