(El
olmesartán sigue comercializado en España, pero es conveniente recordar que hay
más antihipertensivos de su mismo grupo)
El olmesartán es un antagonista del sistema
renina angiotensina (ARAII) que pese a ser
eficaz como antihipertensivo no
disminuye la morbimortalidad cardiovascular, a diferencia de
otros de su mismo subgrupo terapéutico.
Desde 2012 se han notificado efectos secundarios graves a olmesartán,
tales como: enteropatías con diarrea abundante, dolores abdominales, pérdida de
peso e incluso insuficiencia renal
secundaria a la diarrea. La FDA determinó
en 2013 que la enteropatía se asociaba solo a olmesartan y no a
los otros ARAII. Un estudio publicado
en 2014 determinó que el uso de olmesartán se asocia a un mayor
número de hospitalizaciones por enteropatía y celiaquía. La enteropatía
puede aparecer meses o años después del inicio del tratamiento, lo que
dificulta su diagnóstico.
Desde el 2 de enero de
2017 el olmesartán se ha excluido de la financiación en Francia debido
a los argumentos anteriormente referidos:
-La falta de pruebas de la eficacia sobre los eventos
cardiovasculares (infarto de miocardio y accidente cerebrovascular) o la
mortalidad.
-Al riesgo de enteropatía, muy rara pero grave,
específicamente relacionada con su uso, que no se ha observado con otros ARA
II.
En España la AEMPS no ha publicado ninguna alerta sobre el olmesartan
aunque en la ficha técnica de este principio
activo sí que figuran los efectos secundarios anteriormente mencionados.
No sabemos si la AEMPS esperará a que la
EAM adopte una decisión conjunta al respecto, aunque como hemos podido
observar, Francia, escaldada por el caso Mediator, ha decidido no esperar y actuar por su cuenta.
En febrero de 2016 la revista francesa Prescrire (independiente de la
administración y de la industria farmacéutica) ya había incluido este fármaco
como medicamento a evitar.
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