http://scgig.cat/claritromicina-y-riesgo-cardiovascular/?lang=es
La
claritromicina es un antibiótico del grupo de los macrólidos que en
ficha técnica se indica en adultos en infecciones del tracto
respiratorio superior, tales como faringitis, amigdalitis y sinusitis;
infecciones del tracto respiratorio inferior, tales como bronquitis
aguda, reagudización de bronquitis crónica y neumonías bacterianas.
Infecciones de la piel y tejidos blandos, tales como foliculitis,
celulitis y erisipela. Infecciones producidas por micobacterias.
Erradicación de la bacteria Helicobacter pylori en pacientes con úlcera
gástrica o duodenal. Dentro de los efectos adversos, los más habituales
hacen referencia al aparato digestivo y aunque existen efectos
cardiovasculares, la frecuencia de aparición es descrita como pequeña o
de rara aparición. A pesar de la pequeña frecuencia descrita en ficha
técnica, los efectos cardiovasculares han sido objeto de estudio y
evaluación creando controversia, incluyendo lo referente al momento de
aparición.
En un ensayo reciente publicado en El British Medical Journal, se
evaluó la evolución cardiovascular de pacientes adultos tratados con
claritromicina (n = 108.988), en comparación con quienes recibieron
amoxicilina (n = 217.793) con una media de edad de 60años. Siendo el
objetivo principal la evaluación de aparición de infarto de miocardio y
secundariamente la mortalidad general, la de causa cardíaca, la
aparición de arritmias y la de accidentes cerebrovasculares.
El ensayo se ha realizado en una muestra de la población no
hospitalizada de Hong Kong entre los años 2005 y 2009. Los efectos se
valoraban 14 días después del comienzo de la terapia antibiótica;
también realizaron un seguimiento a largo plazo (3 años).
A los 14 días del tratamiento (periodo inmediato), en el grupo de
personas que tomaron claritromicina, se detectaron 132 infartos, lo que
equivale a 44,4 por cada mil Años-persona, mientras que en el grupo de
la amoxicilina se observaron 149 infartos, es decir, 19,2 por cada mil
Años-persona. Sin embargo, no se observó un incremento significativo del
riesgo de infarto cardiaco tras el periodo posterior, periodo de hasta 3
años. Con respecto a las arritmias y la mortalidad por otras causas
cardiacas, también se mostró un crecimiento significativo a los 14 días
del inicio del tratamiento pero no a largo plazo. No hubo asociación con
el número de accidentes cerebrovasculares
Sabemos que el riesgo de interacciones y de efectos secundarios de
los fármacos, se incrementa en la población anciana, los
pluripatológicos y en los politratados; en este estudio se observa la
fragilidad de este grupo de pacientes mostrando un aumento del riesgo de
infarto cardiaco y de mortalidad en aquellos que eran mayores de 75
años, o tenían antecedentes de hipertensión o diabetes mellitus, por lo
que una vez más observamos la importancia de individualizar en este
grupo de la población, pudiendo ser necesario en este caso en el
tratamiento con claritromicina.
Referencia:
Cardiovascular outcomes associated with use of clarithromycin: population based study.
Angel Y S Wong, Adrian Root, Ian J Douglas, Celine S L Chui, Esther W
Chan,Yonas Ghebremichael-Weldeselassie, Chung-Wah Siu, Liam Smeeth, Ian
C K Wong.
BMJ 2016;352:h6926 http://dx.doi.org/10.1136/bmj.h6926
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