lunes, 9 de mayo de 2016

Butlletí groc. Inhibidores de la bomba de protones: no son protectores, son fármacos.

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son ampliamente prescritos, sobre todo en personas de edad avanzada. Aunque son bien tolerados cuando se utilizan durante semanas, su uso prolongado se ha asociado a efectos adversos graves, como fracturas, hipomagnesemia, infección y colitis por Clostridium difficile, y neumonía, así como a una posible interacción con clopidogrel (véase la tabla 1).1 Los resultados de un estudio reciente sugieren que también pueden aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica. En este número revisamos los nuevos datos sobre estos riesgos y su consumo en Cataluña, y proponemos medidas clínicas para usarlos de manera más razonable.
http://www.icf.uab.es/es/pdf/informacio/bg/bg291.16e.pdf

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