jueves, 19 de marzo de 2015

Diabetes Práctica. Consenso en el cribado de la retinopatía diabética.

 La diabetes mellitus (DM) ha aumentado considerablemente  en las últimas décadas y se considera que en el siglo actual se convertirá en una pandemia. Ya en el año 2011 se estimaba que 366 millones de personas padecían DM; esta cifra se incrementará progresivamente y parece que, en el año 2030, un 10 % de la población mundial será diabética. En España, los estudios muestran que un 13,8 % de nuestra población ya sufre esta enfermedad, con el agravante de que la mitad de los pacientes desconocen que la padecen. Al aumentar el número de pacientes con DM, siendo esta una enfermedad crónica, la morbilidad dada por las complicaciones de la DM va a aumentar progresivamente, con el aumento de coste para el sistema sanitario que ello va a ocasionar. Entre las complicaciones, la afectación ocular es importante, ya que está presente en un 25 % aproximadamente de los pacientes con DM, una cifra nada desdeñable en sí misma, pero que, además, va a producir baja visión o incluso ceguera en un 2-4 % de la población diabética, lo que repercute muy negativamente en el sistema sanitario y en la sociedad. Además, sabemos que el buen control de la DM y sus comorbilidades (hipertensión arterial, dislipemia, etc.) disminuye la incidencia de retinopatía diabética (RD) y, en caso de que esta ya exista, retrasa la evolución de la misma. Así pues, es imprescindible establecer un sistema de diagnóstico precoz de la enfermedad para iniciar el tratamiento médico mediante el control metabólico del paciente o, en caso de existir lesiones tratables en la retina, empezar su tratamiento lo más rápidamente posible. El diagnóstico precoz de la RD pasa por establecer un sistema de cribado coste-efectivo. Se sabe que el cribado mediante las cámaras no midriáticas (mal llamadas «no midriáticas », porque entre un 25 y un 30 % de pacientes precisarán dilatación pupilar aun con los instrumentos más avanzados existentes actualmente) es el instrumento más coste-efectivo del que se dispone.
El propósito del presente documento es consensuar un método para el cribado de la RD entre los profesionales que habitualmente tratan a los pacientes diabéticos, sean médicos de familia (MF), médicos endocrinólogos (ME) o médicos oftalmólogos.
A continuación, y de forma resumida, se procede a desglosar cada uno de los apartados que deben valorarse en el momento de instaurar un sistema de cribado de RD, teniendo en cuenta todas las posibilidades existentes. Así, según cada entorno sanitario, los profesionales pueden escoger la
que mejor se adapte al mismo.
http://diabetespractica.com//docs/publicaciones/141872966903_Articulo_revision_5-3.pdf

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