Introducción / puntos clave
La fiebre acompañada de exantema es un motivo de consulta frecuente en pediatría. Aunque en la mayoría de las ocasiones el cuadro está producido por infecciones virales autolimitadas, en algunos casos puede ser la manifestación de una enfermedad grave. Cuando el exantema es petequial, preocupa de manera especial que sea la manifestación de una infección meningocócica que, en pocas horas, puede evolucionar a una sepsis fulminante y muerte del niño.
Otro tipo de enfermedades que cursan con fiebre y exantema y que requieren atención urgente o rápida son: la enfermedad de Kawasaki, el síndrome de shock tóxico estreptocócico o estafilocócico, las reacciones medicamentosas y el síndrome de Stevens-Johnson.
Muchas veces no será posible determinar con precisión la etiología de la fiebre con exantema si no se dispone de métodos de laboratorio, como la detección de virus por PCR; sin embargo, casi siempre será posible descartar una causa grave mediante la historia clínica, una exploración física detalladas y con la ayuda de pruebas de laboratorio sencillas como el hemograma, la proteína C reactiva (PrCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG).
El propósito de este texto no es tanto el diagnóstico diferencial exhaustivo de la fiebre y exantema en el niño, como destacar las entidades que pueden presentarse con estas manifestaciones, que son potencialmente graves y que pueden requerir cuidados y tratamiento urgentes.
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