La eyaculación y el orgasmo son eventos distintos pero simultáneos que ocurren con la excitación sexual máxima. Es típico que los hombres tengan cierto control sobre el momento de la eyaculación durante un encuentro sexual. Los hombres que eyaculan antes o poco después de la penetración, sin un sentido de control, y que experimentan angustia relacionada con esta condición pueden ser diagnosticados con Eyaculación Precoz (PE). También existe una población de hombres que experimentan dificultad para alcanzar el clímax sexual, a veces hasta el punto de que son incapaces de llegar al clímax durante la actividad sexual; estos hombres pueden ser diagnosticados con Eyaculación Tardía (DE). Mientras que hasta el 30% de los hombres tienen EP autoinformado, pocos de estos hombres tienen tiempos de latencia de eyaculación (el tiempo entre penetración y eyaculación) de menos de dos minutos, lo que hace que la prevalencia real de LA EP clínica y DE sea inferior al 5%.1, 2 A pesar de todo, la experiencia de muchos médicos sugiere que el problema no es raro y puede ser una fuente de considerable verguenza e insatisfacción para los pacientes. Los datos sobre la prevalencia de DE son más limitados, pero una proporción de estudios epidemiológicos informa que los hombres tienen dificultad para alcanzar el orgasmo.3 Las perturbaciones del momento de la eyaculación pueden suponer un impedimento sustancial para el disfrute sexual de los hombres y sus parejas. La comprensión de los fenómenos neurobiológicos que componen la eyaculación y el orgasmo es limitada. Existe una serie de opciones de salud psicológica, conductual y farmacoterapia para PE y DE; sin embargo, ninguna de estas opciones de farmacoterapia ha logrado la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y su uso en el tratamiento de la EP se considera fuera de etiqueta. El papel del médico en la gestión de la EP y DE es llevar a cabo una investigación adecuada, proporcionar educación y ofrecer tratamientos disponibles que sean racionales y se basen en datos científicos sólidos. El Grupo recomienda que la toma de decisiones compartidas sea fundamental en la gestión de los trastornos de la eyaculación; la participación de las parejas sexuales en la toma de decisiones, cuando sea posible, puede permitir la optimización de los resultados.
La revisión sistemática utilizada para informar esta directriz fue realizada por un equipo de metodología del Centro de Práctica basado en Evidencias del Noroeste del Pacífico. El examen del informe y el examen del examen sistemático definitivo para elaborar declaraciones orientaciones se llevó a cabo conjuntamente con el Grupo de Trastornos de la Eyaculación. Un bibliotecario de investigación llevó a cabo búsquedas en Ovid MEDLINE (1946 a 1 de marzo de 2019), el Registro Central de Ensayos Controlados de Cochrane (hasta enero de 2019) y la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (hasta el 1 de marzo de 2019). Las búsquedas de bases de datos electrónicas se completaron examinando las listas de referencia de los artículos pertinentes. El 5 de septiembre de 2019 se llevó a cabo una búsqueda actualizada de literatura.
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