https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(21)00119-4/fulltext?rss=yes
Las fracturas osteoporóticas o por fragilidad afectan a una de cada dos mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años. Estos eventos están asociados con una morbilidad sustancial, un aumento de la mortalidad y un deterioro de la calidad de vida. Las medidas generales recomendadas para la prevención de fracturas por fragilidad incluyen una dieta equilibrada con una ingesta óptima de proteínas y calcio y suficiencia de vitamina D, junto con ejercicio físico regular con soporte de peso. En esta revisión narrativa, discutimos el papel de los nutrientes, los alimentos y los patrones dietéticos en el mantenimiento de la salud ósea. Gran parte de esta información proviene de estudios observacionales. La densidad mineral ósea, la resistencia ósea estimada por microestructura y la microestructura trabecular y cortical están asociadas positivamente con la ingesta total de proteínas. Varios estudios indican que el riesgo de fractura podría ser menor con una mayor ingesta de proteínas en la dieta, siempre que el aporte de calcio sea suficiente. Los productos lácteos son una fuente valiosa de estos dos nutrientes. El riesgo de fractura de cadera parece ser menor en los consumidores de productos lácteos, particularmente productos lácteos fermentados. El consumo de menos de cinco porciones diarias de frutas y verduras se asocia con un mayor riesgo de fractura de cadera. La adherencia a una dieta mediterránea o una dieta prudente se asocia con un menor riesgo de fractura. Estos diversos nutrientes y patrones dietéticos influyen en la composición o función de la microbiota intestinal, o en ambos. Las conclusiones de esta revisión enfatizan la importancia de una dieta balanceada que incluya minerales, proteínas y frutas y verduras para la salud ósea y en la prevención de fracturas por fragilidad.
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