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lunes, 12 de julio de 2021

GENCAT. Evaluación funcional del anciano: aspectos prácticos .

http://ics.gencat.cat/ca/detall/article/2-00066

Revisión sobre la evaluación funcional de los ancianos, orientada a la clínica.

La evaluación funcional del anciano no debe hacerse rutinariamente, pero hay varias situaciones en las que es imprescindible y la falta de tiempo no puede ser una excusa. No invertir tiempo en la evaluación funcional, en estas ocasiones, supondrá haber que invertir más tiempo en un futuro no muy lejano. Además, no es necesario realizar la evaluación de una sola vez, sino que se puede hacer en varias sesiones, a la consulta y / o en casa del paciente.

El deterioro funcional del anciano menudo traduce la irrupción de una enfermedad aguda y / o el empeoramiento de una crónica, que a veces, incluso, no dan ninguna otra manifestación y que pueden ser más o menos graves. En cualquier caso es importante detectar la pérdida de función a tiempo, antes de que avance y entre en el terreno de la irreversibilidad. Esta tarea compete a todo profesional sanitario, y no sólo al geriatra. A menudo el paciente no es capaz de reconocer una pérdida en su capacidad funcional, si ésta es progresiva. Aún así, el cribado de la pérdida de capacidad funcional no ha mostrado mejoría en los objetivos clínicos. Hay, sin embargo, algunas situaciones en las que está indicada la evaluación funcional, como por ejemplo: Manejo de enfermedades asociadas con cambios en la capacidad funcional Posibilidad de traslado a una residencia Planificación de tratamientos electivos como cirugía Hay algunos requerimientos para la evaluación funcional: Tiempo, que no es necesario que pertenezca a un único día o momento Revisión previa del caso Comunicación efectiva con el paciente (teniendo en cuenta las posibles limitaciones sensoriales y / o cognitivas) Simplicidad y funcionalidad en las descripciones que anotamos Asegurarse de que las ayudas técnicas son correctamente utilizadas Hacer una lista de problemas Valorar necesidad de derivación a otros profesionales, como por ejemplo rehabilitadores Se puede comenzar con una anamnesis guiada por los siguientes ítems, haciendo énfasis en que quiere hacer el paciente, qué puede hacer y qué hace realmente: Índice de Barthel de las actividades básicas de la vida diaria Alimentación: Es capaz de alimentarse solo? Puede cortar la comida sin ayuda? Baño: Es capaz de bañarse o ducharse sin ayuda? Se siente seguro para tomar un baño o ducha si no hay nadie en la habitación o la casa? Arreglarse: Necesita ayuda para peinarse, afeitarse o maquillarse? Vestirse: Puede vestirse sin ayuda? Puede utilizar los botones y cordones? Continencia: Alguna vez se moja si no consigue llegar a tiempo al baño? Alguna vez se ha ensuciado con los movimientos intestinales? Ir al baño: Necesita ayuda para ir al baño? Transferencias: Es capaz de levantarse de la cama y de una silla sin ayuda? Movilidad: Es capaz de caminar 50 metros en el piso sin ayuda? Utiliza alguna ayuda para caminar, como un bastón o un andador? Ha caído o tropezado en el último año? Escaleras: Es capaz de subir un tramo de escaleras sin ayuda? Actividades de la vida diaria instrumentales (basado en la escala de las actividades de la vida diaria extendida de Nottingham) Movilidad: Es capaz de caminar fuera en superficies irregulares? Es usted capaz de viajar por su cuenta a destinos locales? Se siente seguro para utilizar el transporte público? Ocio y tiempo libre: Es capaz de seguir sus aficiones anteriores? Es capaz de mantenerse en contacto con amigos y familiares? Tareas domésticas: Se siente seguro en la gestión de su dinero? Es capaz de ir a comprar lo esencial? Puede gestionar la colada? Cocina: Es capaz de preparar una bebida caliente o un aperitivo? Es capaz de caminar con una bebida caliente sin que derrame? Un instrumento fiable para valorar las actividades instrumentales de la vida diaria es el cuestionario VIDA. La opinión de las personas que rodean al paciente en su vida cotidiana, además, suele ser de mucha ayuda, así como la observación de la evolución del estado funcional a lo largo del tiempo, si se dispone de datos. En cuanto a la exploración, es interesante incluir, rutinariamente: La condición física general, dirigida por el que los pacientes nos haya explicado en la anamnesis, e incluyendo también la cavidad oral y, a veces, el recto. La función de las extremidades superiores proximal y distal La función de las extremidades inferiores: observación de la marcha y / o "get up and go test" El sensorial: vista y oído (test del susurro) El entorno habitual del paciente La exploración física incluye no sólo si el paciente es capaz de llevar a cabo una determinada actividad o función, sino también cómo lo hace. En ocasiones es interesante utilizar, además, alguna de las muchas escaleras que existen para la evaluación funcional del anciano. Para cada paciente hay que preguntarse: ¿cuál es la mejoría real que puede alcanzar en su capacidad funcional? Y ayudarle a alcanzarla. Puede encontrar un resumen de la Valoración Geriátrica Integral a la página web del PAPPS.

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