Páginas

Páginas

martes, 3 de junio de 2025

FMC. Profesionales en los equipos de atención primaria y comunitaria: los tiempos de cambio han llegado.

Enlace...

Cuando allá en los inicios de los años 80 del siglo pasado se dieron los primeros pasos de la reforma de la asistencia médica ambulatoria española eran pocos, prácticamente nadie, los que tenían una visión clara de cuáles eran los diferentes tipos de profesionales que debían integrar en aquel momento y, sobre todo, en un futuro de medio y largo plazo, los equipos de atención primaria y comunitaria (EAPyC).

En el Real Decreto 137/1984 de Zonas Básica de Salud se hablaba de médicos de familia, pediatras, enfermeras, matronas, trabajadores sociales y administrativos y auxiliares. En algunas autonomías se valoró la incorporación de odontólogos y veterinarios sin que esta iniciativa llegara a producirse o generalizarse, sobre todo en el caso de estos últimos. También se señalaba que los farmacéuticos titulares radicados en el territorio debían establecer vínculos de colaboración con los EAPyC.

Hoy, 40 años después, todavía se mantiene la estructura y componentes iniciales de los equipos y no se ha modificado esencialmente el marco legal por el que se rige su funcionamiento. Esta supervivencia tan prolongada de las primeras disposiciones habla a favor del acierto que tuvieron los responsables de su diseño, en la medida en que no han generado contradicciones importantes ni conflictos graves en cuanto a su capacidad para dar respuesta a las cambiantes necesidades del entorno, tanto en términos de sistema sanitario como del desarrollo de las actividades asistenciales, docentes y de investigación cotidianas de los centros de salud y los equipos.

Hechas estas consideraciones preliminares es necesario asumir que tanto el contexto científico-tecnológico, socioeconómico y profesional como las necesidades y expectativas poblacionales en relación a la atención de salud y la forma en que utilizan los servicios y recursos sanitarios se han modificado de forma significativa y que, por tanto, es cada vez más necesario y urgente poner en marcha procesos profundos de cambio que afecten a todos los aspectos del sistema, desde la propia definición conceptual de la atención primaria y comunitaria a su orientación estratégica y organizativa pasando por el número y ámbito disciplinar de los profesionales que trabajan en su seno.

La interacción cada vez más estrecha entre necesidades sanitarias y sociales y la necesidad de abordarlas conjuntamente y bajo perspectivas organizativas y asistenciales compartidas hace cada vez más necesario desarrollar la vertiente comunitaria de los centros y equipos de salud y generar vínculos potentes de interrelación cotidiana entre sus componentes primordiales y la pléyade de profesionales sanitarios y de otros sectores que trabajan en el territorio de referencia del EAPyC. En la figura 1 se señalan, sin pretensiones de exhaustividad, las principales tipologías de servicios y profesionales del ámbito sanitario y social que interaccionan de forma habitual con los centros y equipos.













El núcleo básico de profesionales es el situado en el interior del círculo verde de la figura (el primigenio equipo de salud de los años 80) mientras que los restantes han de mantener una interacción de intensidad variable con ellos; hecho que se quiere expresar gráficamente a partir de la mayor o menor penetración en el círculo del colectivo profesional correspondiente. Cuando un determinado grupo profesional está ubicado gráficamente solamente en parte en el cículo verde nuclear se quiere significar que, dependiendo del contexto, puede formar parte, o no, del equipo y en este último caso compartir su ámbito de actuación con varios de ellos en el mismo territorio.

Podemos discutir acerca de si los distintos profesionales incluidos en la figura agotan las posibilidades de ampliación del abanico de recursos de la APyC o si, en aras de la mejor y más efectiva respuesta a las necesidades de cada territorio concreto, es necesario suprimir algunos o introducir otros, pero nos parece imprescindible asumir la cada vez más urgente ampliación del concepto y estructura organizativa, de gestión y funcional de la APyC si se quiere conseguir dar una respuesta óptima en términos de efectividad, eficiencia y satisfacción de la población y los profesionales a las nuevas necesidades y expectativas que plantea la sociedad del siglo XXI en países desarrollados como el nuestro.

Lo dicho previamente no obvia, todo lo contrario, analizar para cada marco territorial la necesidad de la incorporación de estos y otros grupos profesionales y de establecer con claridad, previamente a la misma, sus objetivos, roles competenciales e intrrelaciones organizativas con los restantes componentes de la APyC.

Por otro lado, esta ampliación conceptual y organizativa permitirá incrementar la potencia y capacidad de presión negociadora de la APyC a todos los niveles políticos y empresariales al aglutinar, al menos funcionalmente, todo este abanico de recursos y profesionales sanitarios y no sanitarios.

Tal como apuntamos en el título de este editorial, los tiempos de cambio han llegado a la APyC. Tendrían que haberlo hecho mucho antes pero, en cualquier caso, hoy ya son urgentes e imprescindibles para garantizar, no solo la supervicencia sino también el progreso, en todos los aspectos, de la columna vertebral de nuestro sistema sanitario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario